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Olimpíadas de matemáticas

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Al episodio protagonizado nada menos que por la ministra de Educación Pública, quien se dio el gusto de ofender, no solo a una persona que fue parte del proyecto educativo del gobierno del que ella forma parte, como Juan Pedro Mir, sino que en su persona agravió estúpidamente a toda la institución magisterial, más vale dejarlo atrás. Tan lamentable es.

Más vale ocuparse de iniciativas llevadas a cabo, por maestros, justamente que movidos por su vocación y entrega a los jóvenes educandos, son capaces de estimular a alumnos y colegas, en el camino de la superación y la búsqueda de la excelencia, despertando en los niños el interés por el estudio y la sana competencia. En la semana del 14 al 18 de junio se dieron cita miles de alumnos de diferentes escuelas barriales de la capital, (más de 200) de cuarto a sexto, y en varios departamentos del resto del país, para competir en las semifinales de las olimpíadas de matemáticas.

Promovidas por primera vez en el 2005 por el Centro Educativo Los Pinos, que se encuentra ubicado en la cuenca de Casavalle, uno de los barrios más problemáticos de la ciudad. Tanto por el nivel educativo de la zona como por el de pobreza y violencia, allí dominante. Adonde conviven obligadamente personas trabajadoras, con gente dedicada a la delincuencia y la droga.

Once años atrás, era difícil imaginar que la idea de Gustavo Bentancor podía convertirse en una realidad tan extendida y exitosa. En este año 2016, al menos 25000 niños habrán participado de esta instancia. Buena prueba de que es posible sembrar y cosechar entre los niños, cuando se alumbra en ellos una motivación y una esperanza, provengan del barrio que provengan y por más duras que sean sus circunstancias. Motivado por su pasión por las matemáticas, por la importancia del razonamiento y el valor de la enseñanza, se lanzó a esta aventura. Ha sido uno de sus propósitos, el ayudar a mejorar la media de las matemáticas en el país, dado que si esta sube un poco, los que quieren destacarse tienen que hacer un esfuerzo. Y es sabido que las matemáticas es una de las materias con mayores carencias entre el alumnado uruguayo. A pesar de ser cruciales en todo sentido, pues se trata de un elemento básico del pensamiento, trascendente para el desarrollo cognitivo y mental, máxime en la actualidad, cuando lo tecnológico en cierta medida ha desbancado a lo humanístico.

La planificación y la ejecución de este esfuerzo colectivo se logra con el involucramiento de los directores que dan el visto bueno y los maestros y maestras de las distintas escuelas que se contagian del mismo espíritu y comparten el emprendimiento. El proyecto hoy se extiende a Canelones, San José, Florida, Flores, Colonia, Lavalleja, Maldonado, Rocha, Durazno, Tacuarembó, Rivera y el objetivo es que para el 2017, todo el país sea partícipe. Finalmente, los que llegan a la instancia final son alrededor de mil niños y al hablar sobre ellos, Bentancor no puede esconder su satisfacción mientras cuenta lo hábiles que son al momento de resolver problemas, "con una creatividad que llega al máximo y sorprende".

Pero lo que más sorprende y desalienta, es el deterioro generalizado en el que ha caído la educación pública en nuestro país. El cual a su vez repercute también en la privada, porque cada vez son más los padres que optan por mandar a sus hijos a estudiar al sector privado, por más esfuerzos pecuniarios que esta elección les exija, ante el decaimiento de la enseñanza pública. Pero al mismo tiempo, cuanto más bajo es el parámetro de comparación, menos obligada está la competencia a elevar la calidad de su producto porque le basta con ofrecer un poco más de orden y contención, para obtener clientela.

Hace unos días se divulgó un informe del Consejo de Educación Secundaria (CES) que mostraban una mejora en los índices de aprobación a nivel nacional, de un 73,2%, lo cual daría cierta ilusión. Pero como se conoce que ha habido órdenes (no escritas) de ser más tolerantes con los estudiantes para que pasen de año, una medida que al no ser aceptada por la directora Graciela Bianchi cuando estaba al frente del Liceo Bauzá, le costó su carrera docente, la noticia no da para festejar. Una misma situación se ha dado en primaria y es chocantemente elevado el número de jóvenes que al llegar a primero de liceo, quedan repetidores por las lagunas de aprendizaje que traen consigo. La mayor parte de los liceales en Uruguay aprueba el ciclo básico con las calificaciones mínimas y para peor, según Daniel Corbo, exintegrante del Codicen, la escuelas de tiempo completo retroceden en sus resultados.

EDITORIAL

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