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Las frases del 2020

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Como todos los fines de año, llega el día de recuento de algunas de las frases célebres proferidas en este 2020 problemático y febril.

El primer lugar del ranking, cuándo no, vuelve a ser ocupado por nuestro inefable ex presidente José Mujica. Este año se mandó su frase más estrafalaria, con la intención de criticar a la candidata Laura Raffo. Con su habitual jerga promotora de pobrismo y resentimiento, rechazó groseramente la existencia de un “Montevideo olvidado” y aludiendo a ella dijo: “se ponen championes para ir, no van con el taquito cafisho”. (Meses después de su declaración, todavía es motivo de análisis entre lingüistas qué tienen que ver los zapatos femeninos con la profesión de proxeneta).

La respuesta de nuestra candidata a Intendenta no se hizo esperar y fue una de las paradas de carro más célebres de que se tenga recuerdo en campaña política alguna: “La verdad es que estamos cansados, Mujica, de sus groserías y de la grieta que promueve. Yo estoy cansada y todos estamos cansados. No le permito estigmatizarme por ser mujer. No se lo permito, Mujica”.

Pero ni siquiera eso cerró la boca del veterano líder del MPP. Otra que se mandó este año fue aconsejar a los argentinos que no trajeran inversiones a nuestro país, alertándolos incluso de que podían ser estafados: “Uruguay es muy chico y ustedes tienen soñadores muy grandes; tal vez vengan por lana acá pero van a salir trasquilados”. Como dijera Ripley: “aunque usted no lo crea”.

La campaña por las elecciones departamentales tuvo otras frases de ingenio sin par. Una fue la que la socialista Daisy Tourné espetó al candidato Álvaro Villar en un video que publicó en redes, enojada porque este trató de “derechista” a Daniel Martínez: “¡Tarjeta roja, Villar!” Así nomás: lo echó.

Y la más ingeniosa de todas perteneció a una anónima vecina del barrio Flor de Maroñas, cuando interrumpió a la candidata Carolina Cosse en un improvisado discurso callejero. La hoy intendenta se refirió a ese barrio como Vista Linda, a lo que la vecina le replicó que estaba en Flor de Maroñas, acompañándolo con una recomendación que pasará a la historia de los gazapos electorales: “asesorate, mi reina, asesorate”.

Un inhábil declarante que no estaba en el radar de nuestra costumbre anual de destacar frases, apareció este 2020 a puro brillo. Es el presidente del sindicato de funcionarios de Antel, Gabriel Molina, que no solo se refirió al primer mandatario con una expresión irreproducible, en un audio que se hizo viral, sino que además mantuvo ese florido vocabulario ante el grabador de un periodista de El País, al referirse a la iniciativa del Pit-Cnt de juntar firmas hasta contra artículos de la LUC votados por la oposición: “¿Soy frenteamplista? Sí. ¿Voté al FA? También. Me importa un carajo lo que el FA hizo en el Parlamento”.

Es tal el desparramo irracional que enfrentan hoy algunos izquierdistas y sus laderos sindicales, que hemos llegado a leer en el día de ayer, en el semanario Búsqueda, una inesperada declaración de afecto del secretario general de la central, Fernando Pereira, por el partido Cabildo Abierto: “no es tan uniforme como la caricatura que se hace de él y puede tener propuestas que el movimiento sindical comparta”... Cuando los extremos se atraen...

El año que está cerca de finalizar dejó varias frases célebres. Como no podía ser de otra manera, el ranking lo encabeza el ex presidente José Mujica. Hubo meses en los que la oposición frenteamplista jugó al frontón: cada pelota que le llegaba la devolvía con furia.

Fueron meses en que la oposición frenteamplista jugó al frontón: cada pelota que le llegaba la devolvía con furia. Así, cuando el gobierno divulgó las primeras auditorías que develaban usos inadecuados de los recursos públicos por parte de la administración anterior, los senadores Mario Bergara y José Bayardi las definieron como “cortina de humo”. Con ingenio, el senador oficialista Jorge Gandini les replicó: “capaz que todavía no se vieron las llamas”. Y ayer nomás se publicó uno de estos despilfarros incendiarios: el presidente de Antel, Gabriel Gurméndez, confirmó que el costo total del Antel Arena ascendió a 118 millones de dólares, es decir, el triple de lo oportunamente previsto y anunciado por las autoridades de la época.

Otra frase para el recuerdo: “Educar, no LUCrar”, estampado en tapabocas que los sindicatos docentes mandataban a sus afiliados a usar dentro de los centros educativos, en clara violación a la laicidad.

Y para concluir este recuento con algo positivo, vale la pena citar una frase del Presidente de la República, que ha acuñado conceptos de gran llegada popular, como el manejo de las perillas y la libertad responsable: “para adelante todo lo que se pueda, para atrás todo lo necesario”.

Una síntesis brillante de pragmatismo político, en el tiempo en que más se necesita.

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