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“Fake news”, debates y coalición

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EDITORIAL

Estas internas pasarán a la historia por la llegada de las “Fake news” y el regreso de los debates; ahora octubre espera a la gran coalición.

En una jornada electoral, donde la lluvia y el frío se alternaron para dificultar la presencia de los ciudadanos en las urnas, seis de cada diez uruguayos optó por quedarse en su casa y dejaron que otros asumieran la responsabilidad de elegir a aquellos que lucharán por la Presidencia de la República a partir del 27 de octubre. Allí sí con voto obligatorio y sanciones que parecen ser el único argumento para que los ciudadanos de este país entiendan la verdadera importancia de votar.

Esta campaña presentó dos grandes novedades: la irrupción constante y amenazadora de las “fake news” y el regreso de los debates televisivos. Lo primero fue notoriamente desagradable y queda en el aire qué ocurrirá ahora y en el futuro con la presencia de las redes sociales y su impunidad a la hora de atacar con falsedades y descalificaciones. Todo lo contrario fueron los debates: había un público ávido que disfrutó mucho de su retorno y mostraron que tienen una gran incidencia en las campañas políticas.

El Partido Nacional, el Frente Amplio y el Partido Colorado fueron las únicas colectividades que presentaron lucha electoral para las nominaciones presidenciales. Luis Lacalle Pou, Daniel Martínez y Ernesto Talvi superaron las previsiones y lograron holgadas victorias en sus respectivos partidos.

Si bien al momento de escribir este comentario el escrutinio seguía su proceso, puede igualmente extraerse algunas conclusiones que, más allá del resultado definitivo, no pierden validez. Empecemos por el Frente Amplio, el partido del gobierno que busca su tercer triunfo consecutivo en las elecciones nacionales.

La victoria fue para el amplio favorito, Daniel Martínez, que nunca a lo largo de la campaña, vio amenazada su posición. Más allá de algunos tropezones internos -el episodio de la URSS fue uno de los más notorios- no corrió riesgos y se mantuvo su discurso intrascendente.

La novedad fue el segundo puesto en esta interna, que durante meses mantuvo muy cómoda la expresidente de Antel, Carolina Cosse (duplicaba a sus seguidores) y que sobre el final se le vino encima el precandidato del Partido Comunista, Oscar Andrade. El regreso de los debates televisivos fue un factor fundamental en este enroque y puso de manifiesto la importancia que tiene para los ciudadanos la confrontación de ideas. Con ratings que superaban los 300.000 espectadores, Andrade se hizo conocer por el gran público cuando enfrentó a Ernesto Talvi y salió bien parado. Cosse, por el contrario, fracasó con Jorge Larrañaga y dejó una imagen insegura y dubitativa. La votación de ayer fue categórica y su candidatura a la vicepresidencia en estos momentos parece que solo la puede salvar su mentor, el expresidente Mujica.

Lo de Ernesto Talvi en el Partido Colorado fue la gran sorpresa, aunque de acuerdo a las últimas encuestas parecería que no. Derrotó nada menos que al expresidente Julio María Sanguinetti, una figura que integra el patrimonio batllista, tras arrancar 40 puntos abajo. La incorporación de Francisco Vernazza, el publicista estrella en materia política (comandó la campaña del mismo Sanguinetti en su segunda presidencia y la de José Mujica), dio vuelta el tablero partidario y en pocos meses logró el milagro.

Su excelente performance en el debate con Andrade terminó de consolidarlo. El clima interno es excelente por lo que no habrá problemas en el nombre del vicepresidente.

Dejamos para el final al Partido Nacional, el gran candidato a ganar las elecciones. Presentó una interna novedosa, con la presencia de Juan Sartori, un outsider que se convirtió en la piedra del zapato de la dirigencia tradicional. El triunfo -rotundo- fue finalmente para otro gran favorito, Luis Lacalle Pou que logró sobrellevar los problemas que surgían de su sorpresivo nuevo contendiente que, al influjo de una fuerte inversión en la propaganda y la campaña electoral y un incansable trajinar por todo el país, pareció que lo podía poner en riesgo. En ningún momento Lacalle Pou dio señales de sumarse al nerviosismo que provocó hacia la interna Sartori, y con un discurso firme y muy crítico del gobierno de Vázquez, sumado una ejemplar organización interna y un equipo muy sólido, duplicó en votos a sus adversarios. Los blancos -en forma sorpresiva y cuando se auguraban nubarrones- cerraron ayer mismo la fórmula presidencial con el Presidente del Directorio del Partido, Beatriz Argimón.

Ahora empieza la carrera hacia octubre, y tal cual se anunciara, Lacalle dará los pasos para armar una colación fuerte y creíble, junto a los colorados, el Partido Independiente, el Partido de la Gente y Cabildo Abierto, que tuvo una muy buena votación ayer pese a que no había “lucha”. Si esto cristaliza, se gana el gobierno y el Uruguay agradecido.

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