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Drama y curiosidades en la SIP

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EDITORIAL

Participó la ex Fiscal General, Luisa Ortega. Magistrada ejecutora del chavismo hasta que finalmente se enfrentó a Maduro. Pero ahí estaba el empresario, Nelson Mezerhane, a quien la fiscal mandó preso (45 días) y le confiscaron el diario y sus otras empresas.

Fue una semana muy cargada de acontecimientos de repercusión internacional. Al mismo tiempo que se desarrollaba la reunión de Medio Año, 2018, de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en Medellín, Colombia, en Lima, Perú, se realizaba una Cumbre de las Américas muy particular, donde no había sido invitado Maduro, el mandamás de Venezuela, (es imposible llamarlo Presidente). Donald Trump, el primer mandatario estadounidense, tampoco asistió finalmente, pues en esos mismos días, junto a Francia e Inglaterra bombardearon Siria con un ataque de precisión a las instalaciones donde se fabricaba el arsenal químico con el que Bashar Al Assad decidió acabar con la insurgencia.

Y en relación directa con la misión de la SIP, la defensa de la libertad de expresión, se conoció en plena sesión, el abominable crimen que terminó con la vida de los dos reporteros y el conductor, todos miembros de la redacción de El Comercio de Ecuador, que fueran secuestrados por la narcoguerrilla en la frontera colombiana, liderada por un tal Guacho, escindido de las FARC y según últimas noticias, miembro de un cartel de México. Luego llegaron los desgarradores pedidos de ayuda de una pareja que acababa de ser secuestrada en la zona.

Repugnantes acciones que vienen a engrosar la intolerable lista que desde la última Asamblea en Uta hace solo 6 meses, trepó a los 14 asesinatos, puramente en América Latina. El brasileño habría sido víctima de autoridades locales y los demás del crimen organizado. Unos 11 amenazados fueron desplazados para obtenerles refugio. Y lo más lamentable son los infructuosos reclamos para que se haga justicia, desde hace años, ya que la impunidad gobierna.

En esta reunión el tema fuerte de las jornadas fue Venezuela, que acaparó la atención sobre lo que ocurre en esa narcodictadura, así es como se la califica simplemente, haciendo énfasis en que más que de "crisis humanitaria" debe hablarse de "tragedia humanitaria". Se hizo mención a la suerte de los enfermos que no acceden a los procedimientos ni a las medicinas por más urgentes que sean, a no ser que formen parte del régimen. Del aumento de la desnutrición infantil, de la cantidad radios y diarios que han ido cerrando por no ser parte de la prensa genuflexa; de los carnets para atención médica; de racionamiento, con horas de cola para que al final no se encuentre la mercancía buscada, siendo la otra posibilidad vendérsela a algún compañero de la cola, aunque con grandes chances de ser robado al regreso. La inseguridad es a toda escala, desde el pequeño robo, hasta las apretadas, los chantajes, el amedrentamiento por parte de los grupos que digita el poder, tale los "Colectivos" (de gatillo fácil) y el de vecinos reclutados para que espíen e informen, al mejor estilo cubano. Si bien la tiranía cubana ha sido un gran fracaso económico, a lo que se dedicó con gran éxito fue a montar un gran esquema de información y control policíaco que ha sido implementado y es dirigido por ellos mismos, en Venezuela.

A pesar de la falta de libertad que sigue rigiendo en la isla de los Castro, lo curioso es sentir una impresión de que se trata de un caso perdido, que ya ni llama mucho la atención. Que el periodista cubano que debía presentar el informe correspondiente no haya asistido, porque no le dejaron salir de Cuba, es otra flagrante demostración de que no existen las libertades en la Cuba de los Castro, donde sigue habiendo presos políticos y el miedo y las persecuciones imperan, por más que ahora se acabe de hacer la farsa de unas supuestas elecciones. El candidato de los tiranos resulta que obtuvo el 98,8% de los votos ¿Unos puntitos disimularán la fantochada?

Pero otra curiosidad se respiró en esta SIP. Hubo un panel muy interesante en el que participaron el Presidente de la Asamblea Nacional —actualmente en el exilio luego de haber sido desconocida esta por Maduro, dado que había ganado la oposición—, un expresidente de Bolivia que acompañaba claramente la idea de que un Estado debe reclamar contra el gobierno de Maduro ante La Haya, entendiéndose que de ganar Iván Duque ello es factible, y el otro pez gordo de la mesa era la hoy ex Fiscal General Luisa Ortega, también exiliada. Una magistrada que fue parte ejecutora del chavismo desde su alto cargo durante muchos años, hasta que finalmente se enfrentó a Maduro y logró huir a España. Pero ahí nomás, se encontraba sentado el empresario Nelson Mezerhane, a quien la fiscal mandó preso (45 días), además de intervenir para consfiscarle el diario de toda la vida, sus empresas inmobiliarias, el banco que tenía algo de acciones en GloboVisión, y que ahora desde el exterior lucha en cortes internacionales peleando por recobrar sus propiedades y derechos.

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