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Confiado en Mujica...

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Editorial

Si el ministro espera el apoyo de Mujica para ser candidato, está frito. Puede ser que un día le diga que sí y al otro quede colgado del pincel. Además, está visto que su apoyo no es garantía de votos, como ya le ocurrió a Lucía Topolansky.

Para Astori las próximas elecciones son todo o nada en sus aspiraciones de alcanzar la Presidencia de la República. Y ha decidido apurar el paso para saber su futuro. En distintas conversaciones y mensajes ha dejado bien claro que su postulación dependía del apoyo o no de Mujica, así que se fue hasta su chacra para conversar. No se sabe si volvió con algo en limpio, porque la presunta respuesta que hizo pública fue que el expresidente iba a conversar con su sector para responder.

Un año atrás, ambos dirigentes se habían cruzado en una recepción del Banco Interamericano de Desarrollo y, según contó Búsqueda (octubre, 2017), "Mujica ingresó al hall principal del Palacio Santos y divisó a lo lejos a Astori entre decenas de personas. Se acercó, lo tomó del brazo y caminó con él unos pasos para alejar a los testigos. Si la cosa viene así y es entre Daniel Martínez y vos, te apoyo a vos, le dijo susurrando y sonrió".

La lectura que hicieron los astoristas de este episodio los llevó a pensar que Mujica apoyaba sin más la candidatura presidencial del ministro, pero en el entorno de Mujica la lectura fue textual: se apoyaba a Astori solo si la carrera era ante el intendente de Montevideo. Y al poco tiempo, el propio expresidente se encargó de manejar otros nombres (Mario Bergara, Carolina Cosse, Yamandú Orsi, sin olvidar a Raúl Sendic cuando era la "renovación" frenteamplista) para disipar dudas.

Ahora, 48 horas atrás y a tres días de su charla con Astori, habló en "Caras y Caretas" de un candidato independiente que "tiene en la cabeza". "Es independiente, no soy yo ni Astori", agregó, con lo cual no se sabe si todo quedó a fojas cero para el ministro porque cambió de parecer o todavía le queda alguna instancia más con el expresidente si sigue apostando a él.

Astori siempre ha tenido resistencias dentro del FA y sus relaciones con Mujica nunca fueron muy buenas, empezando porque Astori tiene "chapa" de profesional y pasado universitario y a Mujica siempre le ha molestado esa gente. Podía haber algún acercamiento por temas de interés común o presunción de beneficios. Pero pasado ese momento, cada cual volvía a su trinchera. Si le queda alguna duda, tal vez un par de episodios le refresquen la memoria.

— En 1999 compitió por la candidatura presidencial con Vázquez, que resultó elegido con el 96,16% de los votos en el Congreso del FA. Como Vázquez solicitó que se autorizara igualmente su candidatura en las elecciones internas, se lo autorizó. El resultado en el veredicto popular fue aplastante: Vázquez 82,4% contra un magro 17,6% de Astori. El FA, en forma categórica, no lo quiso.

— Diez años después, con el apoyo expreso del presidente Vázquez, volvió a presentar su nombre ante el Congreso para dilucidar la candidatura presidencial con José Mujica. Mujica no solo lo vapuleó con el 71% de los votos, sino que el tándem MPP-Partido Comunista apoyó en segundo lugar al en ese entonces intendente de Canelones Marcos Carámbula. Astori llegó tercero, venciendo solo por un 2% a Daniel Martínez. El mismo veredicto, con humillación incluida

En la interna del FA ha sido un permanente derrotado. No le reconocen siquiera que lo votos que entran desde el centro hacia la izquierda lo hacen a través de su sector, el principal junta-votos del Frente. Que ese sector, que hoy se llama Frente Líber Seregni, ha sido el más servicial a la hora de callar sus posiciones y adaptarlas a lo que proponen el Partido Comunista (de esmirriado respaldo electoral), el MPP o los pequeños grupos más radicalizados que han aparecido.

En tres gobiernos del Frente Amplio, Astori ha sido dos veces ministro de Economía y otra Vicepresidente de la República. Ha tenido y tiene muchísima responsabilidad en la gestión de esos gobiernos, por acción o por omisión, pero no ha logrado convencer a los dirigentes de su partido y mucho menos al dirigente que acompañó en la fórmula presidencial.

Esto que ocurrió en los últimos días debería terminar de desengañar al ministro: si espera el apoyo de Mujica para presentarse, está frito. Puede ser que un día le diga que sí; en ese caso cruce los dedos para que no cambie de parecer y lo deje colgado del pincel. Pero aunque no lo haga y mantenga su palabra, no confíe mucho en su apoyo: está visto que no le resulta fácil lograr la obediencia de su sector cuando se trata de apoyar a otra persona. Ahí está el caso de su señora, Lucía Topolansky, ampliamente derrotada por Daniel Martínez cuando pretendió ser intendenta de Montevideo y que en el voto popular llegó después de Edgardo Novick.

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