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Vínculos tóxicos

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@|¿Qué pasa cuando un familiar cercano se vuelve tóxico para nosotros? ¿Cuál es el límite?

Lamentablemente, es muy frecuente que el maltrato hacia nosotros provenga de las personas que supuestamente nos aman. “No me pegó, sólo me empujó”. “Me gritó, pero después se calmó y me compró algo lindo en el shopping y ahora está todo bien”.

En otros casos la violencia puede ser silenciosa, pero calar hondo. “No lo quiero ni ver a mi hermano, pero este año me toca pasar las fiestas con él”. “No le puedo hacer esto a mamá”, pero: ¿a vos sí?

Honrarás a tu padre y a tu madre, nos enseñan.
¿Más allá de todo?

A veces los mensajes son confusos, nos sentimos amados y odiados. Aceptados y rechazados. Sostenidos y abandonados.

Salir de un vínculo tóxico no es fácil y con frecuencia se paga con soledad.

Uno tiene que estar dispuesto a perder un lugar de pertenencia, aunque sea al club de desquiciados, atravesando el exilio.

Desarrollar un sentido de preservación, sea quien sea el que lo vulnere, nos hará libres.

Todo y todos necesitan un límite.

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