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¿Adónde vas democracia?

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@|Es insondable el manejo que se hace de instituciones fundacionales, una de ellas, la democracia, pilar cardinal de la nación. 

Noción que, en los últimos tiempos, es manipulada por sectores carentes de fervor nacional. Yaciendo en quienes intentaron derrocar el gobierno por la fuerza de las armas. Justificados en no participar de la legitimidad y curso del país… y no comulgar sus impulsos revolucionarios vinculantes.

No obstante, la población llegó a aceptar que sean gobierno. Derivado de la turbulencia y falta de derrotero construido con el pasar de los años.

Lo innegable, es que, mediante artilugios y en uso del poder aplastaron decisiones nacidas de plebiscitos del Soberano.

Emergiendo la interrogante: ¿dónde quedó la soberanía del pueblo de poder expresarse?

Es indudable que con frecuencia no priman las raíces en ambientes cercanos al populismo. Ejemplificados en su apoyo ferviente a gobiernos (si se les puede llamar), en donde la soberanía no existe, carecen del derecho al voto y menos de control sobre los gobernantes.

Recordar la experiencia nacional, donde, finalmente, ante la abrumadora evidencia, el Vicepresidente tuvo que renunciar, antes que ser destituido. Quien, a pesar de lo acontecido, continúa libre, como si nada hubiese pasado.

Coincide la rienda suelta dada a los sindicatos, constituyéndose en un apéndice de los poderes. Desoyendo organismos, no solo nacionales, sino también internacionales.

Como consecuencia se ha instalado una situación laboral confrontativa, donde la prepotencia es la norma, empujando a la debacle al país que trabaja, con las pérdidas que causan en lugar de favorecer al trabajador y al producto del esfuerzo.

Rememorar que estos sectores no son partícipes del voto secreto; entonces: ¿dónde queda la libertad de elección?

Surgen de este modo figuras improvisadas, otras creadas para la ocasión y hasta con títulos falsos, llegando a las alturas por su filiación política.

Explicando el número distorsionado de oficinas, cargos públicos con remuneraciones desproporcionadas. Donde la experiencia no vale, sí la adhesión a la causa.

No es necesario enumerar los daños, por ser harto conocidas, como el caso PLUNA, tétrico ejemplo; que, desnudada la tramoya donde el pueblo termina endeudado y deberá que hacerse cargo. La pregunta es: ¿esto es democracia?

El deterioro de la enseñanza es otro ejemplo más de la dirección para capturar a un pueblo mediante la ignorancia y el asistencialismo, sin ganarse el pan.

La inacción gana terreno y el populismo es más cercano a dictaduras continentales donde la mentada democracia tiene otras caras. La prisión y la muerte son parte de ellas, lo que no se difunde en nuestras tierras.
En los últimos tiempos, es evidente el poco apego de la población al espectro político. No hay fervor social frente a la necesidad ineludible de cambiar el rumbo nacional.

¡Cuidado! Hay que aferrarse a la democracia, lo que representa, y plasmarla en el sufragio libre y secreto. Debiendo exigir que el pueblo debe ser escuchado y cumplir las promesas y reclamos fundamentales.

No dejarse engañar, la Nación necesita ser libre para crecer, evitando contagios nacidos fuera de fronteras que asoman.

No demos continuidad a la peligrosa siesta de quien empantana y lleva al continuismo, al mayor deterioro y pérdida de los valores más preciados.

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