@|... o ganar instancias penales y o civiles.
Las vidas no se reponen...
Esta carta refiere a lo que sucede, tema bastante trillado hasta el momento, con los llamados delivery.
En esta ocasión me referiré puntualmente y antes de que una tragedia nos destroce la vida, a lo que sucede en la Avda. Alejandro Gallinal, entre Rambla y Caramurú.
La avenida Gallinal ha sido flechada de norte a sur, allí puntualmente hay un semáforo para permitir ingresar a la Rambla.
Fui testigo y corroboré luego con los vecinos, que las motos de los delivery toman la avenida hacia Caramurú de sur a norte, por la vereda y a una respetable velocidad, para evitar dar toda la vuelta por la siguiente paralela que sube de sur a norte.
Fui testigo, repito, cómo una niñita de unos 5 años que había descendido delante de su abuela de un edificio allí existente, fue casi atropellada por una de estas motos, provocando un gran susto en la niña y por supuesto, en su abuela.
Me aseguran que esto sucede siempre así, o sea por no rodear la manzana por la calle siguiente que sube, se toman esta licencia poniendo en riesgo evidente a quienes circulan despreocupadamente por la vereda.
Dicen que estos motonetistas actúan así no por kamikazes sino por la exigencia de rendimiento de sus patrones.
Esto no puede seguir pasando; primero porque si alguno de estos muchachos en sus motos atropella a alguien, su vida ya no será la misma ante un drama de esta naturaleza y tal vez, pierda la suya en ese momento.
¡Acá hay responsables que tienen que actuar ya! Sean los patrones anteponiendo la vida a sus intereses económicos, ya sean las autoridades correspondientes tomando cartas con mucha firmeza en el tema.
Como titulé mi carta, después no vale pedir disculpas, enviar a alguien a la cárcel o pagar dinero que nunca repondrá la vida segada, ni evitará dramas que afectarán a muchas personas.