Publicidad

Vacunarse o no vacunarse, esa es la cuestión...

Compartir esta noticia

@|¿Nuevo camino hacia la discriminación?

Es de amplio conocimiento la cantidad de reclamos que han surgido en las diferentes sociedades del mundo por la aplicación “voluntaria” de la vacuna contra el Covid.

Sin embargo, me gustaría realizar ciertas reflexiones que llaman mi atención.

Por ejemplo, la exigencia del consentimiento de quienes deciden aplicársela; requisito que hasta el momento solo se ha suscitado en algún tratamiento complicado o una intervención quirúrgica. Pero jamás se firmó nada para vacunarse.

En segundo lugar, llama mi atención la prohibición de participar en fiestas, reuniones, espectáculos públicos para quienes no tengan la vacuna.

El problema reside en la protección de los vacunados, olvidando que estos contagian y son contagiados (con más suavidad, según dicen los expertos); olvidando que lo único que confirma que las personas no se encuentren infectados es el hisopado.

El pasaporte sanitario o el carnet, o lo que sea, no garantiza estar sanos.

Yo no puedo estar segura si quien está sentado a mi lado en un cine no tiene Covid. Ni usted, ni yo tenemos garantía de estar sanos sin este análisis de por medio.

En este momento, se acaba de autorizar la Fiesta de los Recuerdos únicamente para vacunados (hace años que no voy), pero me pregunto cuántas fiestas clandestinas podrán surgir por esta causa. Y cuántas personas concurrirán estando infectados sin saberlo (asintomáticos).

En último lugar, las autoridades olvidan que hay varias circunstancias por los cuales las personas deciden no vacunarse, y son todas válidas:

A) Aquellas personas que no pueden, porque tienen una contraindicación médica (edad, condiciones de salud y/u otros factores).

B) Aquellas personas que no quieren (antivacunas o por simple razón de autonomía).

C) Aquellas personas que no tienen acceso a la vacuna.
¿Estas personas tendrían restringidas sus libertades de movilidad por no tener un pasaporte de vacunación? Vale la pena pensarlo.

Y lo peor, lo más triste de todo, es que estas drásticas medidas han llevado a una separación en las personas, entre vacunados y no vacunados, con instancias dramáticas en algunas sociedades.

No soy antivacunas, pero me da pena el cariz que están tomando las cosas. Veremos que dice la Historia, Juez principal de las contingencias humanas.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

pasaportevacunasCovid-19

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad