@|Soy Investigador, Médico y Biólogo Molecular. Motiva esta nota la preocupación que surge de cómo y con qué criterio se distribuirá y administrará la vacuna del Covid-19 luego de que se llegue a desarrollar una que sea efectiva.

Cabe preguntarse qué prioridad se tendrá entonces para su distribución internacional.

¿Se distribuirá primero quizás en el país que la generó, por ej. EE.UU., si así fuese?

Menciono a EE.UU. porque compañías de biotecnología como MODERNA, que son pioneras en vacunas a ARN son americanas.

¿Y luego a qué países? ¿Europeos? ¿Asiáticos? ¿Los que quieran y compren grandes cantidades de dosis de la misma?

No parece que se tenga claro entonces qué prioridades se tendrán en cuenta al momento de su distribución y venta a nivel internacional.

Personalmente creo (y en esto la OMS debería tener un papel clave) que se debería distribuir a la población de riesgo independientemente del país. Es decir, primero se debería vacunar por ejemplo a toda esta población mayor de 75 años, diabéticos, etc., para luego proceder en fases, mayores de 65, etc.

Con esta medida, en una primera instancia, la población con riesgo de vida en caso de contagio sería protegida, y el resto de la población podría ya entonces comenzar su vida normal y las fronteras comenzar a abrirse de un modo coordinado. También se acotaría el número de dosis que se requerirían en una primera instancia.

Si por el contrario priman posiciones nacionalistas en su distribución, y no es difícil imaginarse qué posición podría tomar el Presidente Trump, lo anterior no sucederá.

Uruguay debería, desde ya, hacer sentir su voz en los ámbitos internacionales, como la OMS, donde deberían discutirse estas cuestiones.