@|Su creación fue y es una necesidad pública dedicada al crecimiento del hombre, la nación y su inserción en el mundo.
Mirando el universo vemos que no es la Universidad, sino las Universidades, evitando la omnipotencia, entre otros eventos.
La competitividad es el acicate que induce a la superación académica e inserción en el mundo, por interacción de personas y entidades. Contando el individuo con su universidad como respaldo.
Los galardones obtenidos le señalan en su ámbito convirtiéndose en un valor productivo y valioso. El progreso es una meta que se añora, resultado del estudio, experiencia y eficiencia, significa sacrificio en búsqueda de metas, en competencia con otros postulantes. Crece el hombre con su trabajo, para sí y para la comunidad. Fundamentando la existencia de diversos centros que ofrezcan formación y crecimiento de las personas y el país.
La política, los méritos de papel, son historia. Por lo tanto tiene que haber competencia. Quien política quiere, recurra a entidades dedicadas a tales fines.
Por lo tanto los objetivos están claramente establecidos y enmarcados en su ámbito; donde cada Universidad es reconocida por las prestaciones y calidad que ofrece, creándose un ranking que es reconocido y valorado para tomar decisiones en y fuera de ellas.
Para esta ardua competencia, han creado áreas de excelencia, fuente de personas con un respaldo que hace que sean buscadas por entidades nacionales y extranjeras, augurando un futuro y una esperanza para las partes.
Son algunas de las razones por la que debe haber varias universidades en un mismo país. ¿Llegaremos a entender que son una de las bases ineludibles del progreso?