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Tutti dorma

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@|Sí, lo opuesto a “nessun dorma”, la famosa aria del final de la ópera “Turandot” de Giacomo Puccini, que invitaba a que nadie durmiera. Escucharla a casi cien años de su creación, emociona a quienes apreciamos el “bel canto”. Y su vigencia fue resaltada por la interpretación amateur del Sr. Diego Coronel, en su participación en el programa “Got Talent Uruguay”, de la que resultara ganador por el voto popular en la final del 7 de diciembre ppdo.

Es que la invitación a no dormir sería lo más contraindicado en estos momentos en que nuestro país está atravesando la pandemia del Covid-19.
Es que los más apegados a no dormir generalmente son los jóvenes, que gustan bailar en las madrugadas acompañados de bebidas y otros aderezos estimulantes.

Lamentablemente, quienes han organizado, organizan y seguirán haciendo fiestas clandestinas, destinadas a los jóvenes, están convencidos de que son prácticamente inmunes a los efectos del virus.

Sin embargo, esta circunstancia y un relajamiento en las medidas de precaución, han desparramando el Covid-19, al grado en que hoy día estamos afrontando. Si una persona convoca a una reunión clandestina en la que alguno de los participantes se contagia del virus, es muy difícil de rastrear su origen y a quiénes contaminó.

Este tipo de personas deberían ser severamente castigadas por atentado contra la salud de la población y eventualmente contra la economía. Todos hemos sido jóvenes, y hay ciertas edades en las que prohibir algo es casi como una invitación a su transgresión. Cerrar los bares a la medianoche sólo hará que la “previa” se desvíe a otros lugares y no tendrá efecto si no se combate efectivamente a las reuniones clandestinas.

Es evidente que la configuración de “desacato” como pena a estos desmanes, no ha tenido mayor efecto disuasivo.

Se deberían buscar medidas punitorias de mayor relevancia, que tengan aplicación inmediata y que comprendan a todos quienes participen de estos actos, ya sea como organizadores o invitados. Ahí está el quid de la cuestión...

Y como dice la letra de “nesun dorma” al final; “all’alba vinceró, vinceró, vinceró”, es decir, al amanecer venceré, venceré, venceré.

O sea, cuando salgamos de la oscuridad de la pandemia, habremos triunfado como sociedad civilizada, educada y sobre todo, unida.

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