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Traspaso presidencial (I)

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@|Civismo, democracia, respeto.

Dos discursos que muestran que en Uruguay prima la República y la tolerancia.

Se va un Presidente cuya gestión con altos y bajos, habilitó una agenda de derechos y conquistas sociales innegable, que el actual Presidente citó y prometió respetar.

Es menester de quien asume, transparentar cómo recibe el país y denunciar de haber existido casos de corrupción.

Es función de la fuerza saliente, hoy oposición, oficiar de contralor y velar por el cumplimiento de políticas de Estado en beneficio de la sociedad toda.

Ambos albergan en sus filas, personas viciadas de actos no morales ni éticos referidos a la función pública, y es su deber institucional y simbólico condenarlos y repudiarlos.

Con claros y oscuros (como todos), se va un Presidente que entrega un país en democracia, con sus instituciones en funcionamiento y que supo (como no ha ocurrido en otros países latinoamericanos en la historia reciente) reconocer la derrota sin necesidad de ofender ni menospreciar a su oponente.

Asume un Presidente, que pese a lo controversial de sus alianzas (la Coalición), realizó una campaña con propuestas (aunque también posibles de debate), sin la necesidad en lo personal, de evitar citar logros del gobierno anterior, en lo que se llamó una campaña por la "positiva".

En un continente atravesado por denuncias de fraude, candidatos proscriptos, presos políticos, exiliados, Poderes Legislativos no reconocidos, reelecciones indefinidas, candidatos con causas penales y revueltas sociales; Uruguay parece un oasis de civismo más allá de los discursos combativos o vehementes de algunos políticos y/o militantes.

Deseo continúe primando la representatividad, la sana alternancia de partidos, y que la cuestionable (y temida) LUC, se debata en beneficio de la sociedad toda, en resguardo de derechos, la Constitución y el desarrollo social, y no que se imponga/se oponga por mera adscripción partidaria sin evaluar pro y contras de ésta.

Al Presidente saliente, los mejores deseos en cuanto a su salud; al entrante, el mayor de los éxitos en su gestión.

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