@|Toda una vida trabajamos, aportando a las diferentes cajas de jubilaciones, con la esperanza de tener un poco de tranquilidad a la vejez.

Una vez jubilados, pasamos a ser totalmente dependientes de los avatares económicos del país, o de la teoría económica del Ministro de Economía de turno.

La única forma de ser atendidos en nuestras demandas es encadenarse en medio de la Avda. 18 de Julio, dado que gremialmente somos Nada. El único momento en que se nos promete algo que luego no se cumple, es en la campaña electoral dado que en un país de población envejecida somos un contingente electoral importante.

En la última campaña electoral se nos prometió eliminar el IASS, algo a lo que otros dijeron que era imposible, y que finalmente termina manteniéndose y creando una nueva contribución para salvar la Caja Profesional. Para ello, debemos aportar los jubilados, los activos con falsas esperanzas de futuro, profesionales que no ejercen, y nada para funcionarios de la misma con sueldos de privilegio.

Proponemos que en la reforma de la Caja Profesional que se está elaborando, se agregue un artículo que garantice que ningún funcionario pueda percibir un salario superior a la máxima jubilación profesional.