Publicidad

Todos contra el gobierno

Compartir esta noticia

@|Parece que la consigna fuera: “Todos contra el gobierno”, aunque más que parecerlo lo es en realidad, viendo serenamente las cosas.

Me estoy refiriendo a la actitud de la oposición política respecto del gobierno que preside Luis Lacalle Pou por decisión inapelable de la soberanía nacional.

Creo que no deben existir precedentes en la historia del último medio siglo, de un gobierno que haya iniciado su andadura constitucional con un asedio tan agresivo e intolerante como éste que practican de consuno el Frente Amplio y su agencia sindical, el Pit-Cnt.

Actitud contrastante con la que adoptó la oposición en los tres gobiernos anteriores del Frente Amplio, que fue de razonable expectativa y hasta de buenos augurios desde el comienzo, la única que, democráticamente, corresponde asumir ante el pronunciamiento de las urnas. Pero ahora todo fue exactamente al revés.

Desde el día siguiente al 1° de marzo, la oposición y la oligarquía comunista sindical han concentrado todas sus energías en hostilizar la acción del gobierno, sin reparar en medios ni en vocabulario descalificador. Incluso allí donde la gravedad de los hechos exigiría una conjunción de esfuerzos y una lealtad institucional propias de un verdadero sentir democrático.

En su desvarío opositor, el Frente Amplio y el comunismo que dirige el movimiento sindical, ducho en esto de agitar a las masas, no han trepidado en pronosticar maliciosamente un posible levantamiento social que, al parecer, no proclaman, pero desearían como el coronamiento de su encono irredimible al actual gobierno, jugándose a la vieja consigna de Marx: “Hay que enseñarle al pueblo a asustarse de sí mismo” (Prólogo a la “Filosofía del Derecho” de G. F. Hegel).

Ante la ofensiva salvaje sin treguas ni concesiones, se yergue sereno, sin perder la altivez propia del cargo, el Presidente Lacalle Pou, respondiendo con la grandeza del silencio al acoso irracional de una oposición desatada. Y también con ese 60% de apoyo a su gestión que, en democracia, es hoy su máxima condecoración.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad