Designación de cargos docentes

@|En abril de 2016, envié una nota a El País, sección Ecos, que muy amablemente el Sr. Director publicó en forma íntegra sin cambios.
Ella refería a una serie de carencias en la organización de cursos de UTU y debo reconocer que la nota tuvo amplia difusión y algún cambio aparejó.
Pero actualmente en la misma área se nota claramente una desviación que desvirtúa la función en forma para mi grave.

Me refiero concretamente a la forma de designación de cargos docentes. El curso de Técnico Instalador Sanitario se debe reconocer como el de mayor importancia. Creo que nadie puede dudar de la calidad necesaria de esta labor que convive diariamente con todos nosotros, y precisamente un trabajo bien realizado es aquel que pasa desapercibido; una falla en el abastecimiento de agua o en las redes de desagües nos trastorna la vida.
El curso de UTU funcionaba perfectamente logrando el egreso de técnicos especializados que producían soluciones eficientes. Pero por distintas razones, esto que funcionaba bien sufrió un importante deterioro, reconocido por los propios alumnos. El tema está radicado en el perfil docente. Coexisten dos clases de docentes. Uno, los egresados del propio curso, con cinco años de estudios específicos (dos años de EMP educación media profesional) más un año de BP (Bachillerato Profesional), más dos años de Tecnicatura, que quizás sea demasiado tiempo, similar a una carrera universitaria. Estos docentes logran resultados buenos en general. Verdaderos técnicos especializados en el tema. Por otra parte, cada vez más influyentes arquitectos, que a ser honestos, desconocen el tema. Reconozco estar al tanto de un solo arquitecto que conoce el tema en profundidad. El resto, y hablo con propiedad dado que dicté el curso como profesor adjunto de la Cátedra de Acondicionamiento Sanitario, desde 1972 a 2005, solo tienen curso de Instalaciones Sanitarias un semestre, en tercer año de la carrera que en los hechos son tres meses, una vez por semana, tres horas reloj.

Obviamente no se puede comparar una formación con otra. Pero la UTU da mucho más puntaje que prácticamente descalifica a los técnicos para las aspiraciones a cargos y sobrevalora a los arquitectos por el solo hecho de ser profesionales universitarios (no técnicos) como si el hecho de ser universitario habilitara para ser profesor de cualquier tema de construcción. Basta revisar el perfil docente en la página web de UTU para ver claramente este hecho.

Debo aclarar que, ni uno ni otro, cursan materias de formación de profesores. Además de toda esta forma de calificar, contraviene claramente la normativa vigente. La Ordenanza de Instalaciones Sanitarias de Montevideo, Canelones fundamentalmente especifican que las instalaciones sanitarias deberán ser proyectadas, gestionadas y ejecutadas por Instaladores Sanitarios, Ingenieros o Arquitectos con formación marcadamente hidráulico, sanitario.

Es obvio que se debe poseer un profundo conocimiento de las normativas que regulan esta actividad.

Entiendo que estas situaciones colaboran en el descreimiento de nuestro sistema de educación, especialmente de UTU, que debería ser pilar de todo progreso industrial.