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El tango llegó a Arabia Saudita

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Un reconocimiento

@| En 1925 el tango llegó a París, llevado por el uruguayo Francisco Canaro (“Pirincho”). (Maragato 1988-1964). Donde comenzó a ser reconocido, pues hasta ese entonces, por aquellos lares, era mal visto, por lo que decían las “personas de buenas costumbres”, con “conductas non santas” y “personajes de baja calaña”. Y fue tan radical el cambio, que Astor Piazzolla, uno de los artífices de la renovación del tango, ya estudió armonía, música clásica y contemporánea, con la Directora de Orquesta Nadia Boulanger. Y el ejemplo de París, fue seguido en gran parte del mundo.

Pero hasta ahora no había llegado a Arabia Saudita. Por lo que cabe el mérito de haberlo llevado allí a otro uruguayo, el ya famoso bandoneonista, director, compositor, profesor y Director del Centro del Bandoneón en Roma. Héctor Ulises Passarella. Nacido en la ciudad de Florida el 13 de marzo de 1955. Hijo de otro bandoneonista Ángel Ulises Passarella Orlando.
Ciudadano ilustre de Florida en tres oportunidades por distintos intendentes, Socio de Honor de la Academia Uruguaya del Tango, Ciudadano ilustre de Montevideo, “Cavalieri della República Italiana. Le cabe hoy el honor de haber llevado el tango al desierto, brindando con su conjunto, de cuatro bandoneones, un brillante concierto en Abu Dhabi, capital y ciudad más importante de los siete Emiratos Árabes Unidos. Donde viven unos 200 uruguayos, (ingenieros, arquitectos, veterinarios, contadores, futbolistas….). Oportunidad en que se agregó al conjunto, como pianista, el Dr. Nelson Chaben, Embajador Uruguayo en aquel emirato. Concierto que se cumplió en la llamada Sala Negra”, del Centro de las Artes de la Universidad de Nueva York (EAU) en aquella nación. Y que fue como una antesala del lanzamiento oficial del Programa del Festival de Abu Dhabi que se realizará el año próximo. Organizado por el Centro de las Artes de NTU, y la Embajada Uruguaya, que es un estreno en el mundo árabe, como se informó en “Correo del Golfo”.

Héctor Ulises director del conjunto, actuó con su hijo Roberto Passarella Di Lorenzo, quien ya es figura destacada del bandoneón y además Doctor en Filosofía, y sus dos alumnos del centro de Bandoneón de Roma: Marco Di Blasi y Tania Colangeli, y el ya mencionado Dr. Chaben, como pianista, que anteriormente representó a nuestro país en Palestina y en Corea, que casualmente fue condiscípulo de Ulises, cuando eran alumnos del muy bien recordado Maestro Guido Santórsola. Que como él lo dijo: “era la música personificada. Nunca más conocí un oído musical como el suyo”.

Este concierto se hizo para Festejar el Centenario del Tango “La Cumparsita”, y fue el primer concierto de bandoneón en el mundo árabe, en sala totalmente colmada de público, entre ellos altos funcionarios y otros dignatarios extranjeros, y fue muy destacado en los medios de prensa.

Al finalizar el evento, el público exigió bises, y la jornada terminó tocando nuevamente La Cumparsita, que en la versión con los arreglos de Passarella, dura 6 minutos cuando sin ellos dura la mitad. El Dr. Chaven dijo a la prensa que Passarella es “uno de los más interesantes compositores del tango moderno”. Y Passarella, respondiendo preguntas, entre otras cosas dijo que “a un bandoneón se le puede pedir de todo, menos que sonría”… que “La cumparsita” es una pieza muy popular y sencilla con acordes simples… con 15 compases y no 16 como el resto de los tangos”.

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