@|Nuevamente Peñarol, cumplió un año más, 126, de su larga existencia. Motivo de orgullo para los que somos parte de la grey carbonera.

Nuevamente los verdaderos hinchas de Peñarol, debemos sentir la desazón, de ser espectadores de los destrozos a bienes privados y públicos, que se son provocados por mentes extraviadas con la excusa de festejar la fecha del 28 de setiembre.

¿Acaso son realmente partidarios de Peñarol? Son resentidos sociales que, amparándose en un falso partidarismo, aprovechan la ocasión para exponer un revanchismo hacia la sociedad. Son los mismos que al club le han ocasionado pérdidas económicas por sanciones que se le han aplicado, y pérdidas deportivas por la quita de puntos que nos han alejado de conquistas.

Esos no son verdaderos peñarolenses, son individuos que no merecen ser parte de nuestra sociedad, son simples delincuentes, cuyo único objetivo es destrozar, y de paso llevarse como único trofeo la insana satisfacción de haber ocasionado un daño a alguien.

Esta situación no debe repetirse. Las autoridades deberán utilizar los recursos tecnológicos hoy disponibles (cámaras), para poner entre rejas a estos deplorables sujetos, a los que provoca vergüenza llamar uruguayos.
No representan a los seguidores del Club Campeón del Siglo.

El Ministerio del Interior y el Poder Judicial tienen la responsabilidad de velar por los bienes que hoy están a merced de estos vándalos.