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Silencio del gobierno

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Elecciones en Venezuela

@| El domingo 20 de mayo de 2018 se llevaron a cabo unas elecciones anticipadas con el propósito de “elegir” presidente en Venezuela. Conviene recordar que el 6 de diciembre de 2015 se realizaron las últimas elecciones parlamentarias en ese país, que eligieron la totalidad de los 167 escaños de la Cámara de Diputados. En esa ocasión, de los 30,8 millones de habitantes de ese entonces había 19,5 millones de votantes habilitados, haciéndolo 14,4 millones. El resultado determinó que 112 diputados fueran electos por la Mesa de la Unidad Democrática o sea un grupo de partidos opositores y 55 para el partido de gobierno, representando la primera victoria electoral contra el chavismo en 17 años. La pérdida de control del parlamento provocó choques frecuentes con el poder ejecutivo y el judicial controlados por Maduro. Entonces su gobierno comenzó una serie de maniobras destinadas a destruir a la oposición para lo cual encarceló y torturó a dirigentes opositores como Leopoldo López con falsas acusaciones, luego reprimió cruentamente las manifestaciones de estudiantes matando más de un centenar y puso en prisión a sus dirigentes. Una vez que se acallaron las protestas por la fuerza de la represión, Maduro dio otro paso más hacia la dictadura, creó la Asamblea Nacional Constituyente el 1 de mayo de 2017 que subrogó al parlamento opositor y supuestamente redactaría una nueva constitución, más afín a sus propósitos de perpetuarse en poder, que la que había redactado su antecesor y padrino político Hugo Chávez.  

Para estas elecciones, de 20,8 millones de habilitados para votar, lo hicieron 9,1 millones y de estos 6,2 millones habrían votado a Maduro, según cifras oficiales, sobre las cuales la oposición ha cuestionado como de fraude electoral y que le otorgan la titularidad del poder ejecutivo por 6 años más a partir de 2019. Varios organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y diversos países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú han cuestionado estas elecciones por falta de transparencia y garantías electorales. Otros como Bolivia, Cuna, Nicaragua y Rusia las han apoyado.  

Nuestro país hasta por lo menos un día después no se ha expresado, quizás por coincidir con la denominada Marcha del Silencio. Quiero pensar que sea por coincidir en la crítica hacia la dictadura cívico-militar que se instaló en nuestro país entre 1973 y 1985 y que ahora con diferente ideología asola a Venezuela. Lo lamentable es que se pretenda callar ante la desolación que viven allí todos los que no “simpatizan” con el régimen, aislándolos del mundo, haciéndolos pasar hambre y despojándolos de medicamentos para combatir enfermedades y obligando a todo aquel que puede a huir de su patria. ¿Cuáles son las diferencias con las vivencias de nuestros pueblos en ocasión de las dictaduras tan justamente criticadas por la “izquierda”? ¿Acaso no hay militares en el gobierno venezolano? ¿No hay represión contra quienes opinan diferente? Preocupante para todos nosotros este silencio de nuestro gobierno….

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