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Respuesta a la Armada

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@| Señores de la Armada Nacional – Prefectura Nacional Naval;
Una pena que la Armada no haya aprovechado la oportunidad para dar otro tipo de respuesta y que haya preferido esconder la realidad debajo de la alfombra. 

Decirle a la Armada, que precisamente debido a ese dolor y duelo que alude y que por cierto tenemos, no estamos en ninguna posición de estar cambiando los hechos de nada. Incluso por respeto a ese mismo dolor es que lo hacemos, pero también somos personas racionales. Siempre hemos querido ser muy respetuosos con nuestras palabras, pero lamentablemente las cosas ocurrieron como ocurrieron y sí hubo errores. En definitiva, la gente terminará formando su propia opinión. Nosotros cumplimos con el deber de habérselo comunicado y haberlo difundido. 

Igual esperamos que la Armada, aunque no lo pueda hacer de forma pública, haga su propia reflexión interna de su accionar, sino sí, todo será en vano y las cosas seguirán igual. Ahora, si la posición de la Armada es seguir insistiendo y convenciéndose, a pesar de las claras evidencias, que actuaron sin errores, bueno entonces ya sería preocupante saber, que esos son los protocolos habituales con los cuales se maneja. 

Respecto a la carta del tío de Federico, nos sorprendimos todos porque desconocíamos su existencia. Seguro que a todos les parezca contradictoria y que desautorizara a la nuestra, pero quiero decirles porque carece de todo fundamento y total credibilidad. Primero, porque es a título personal de él, no representa en ningún momento el pensamiento y la opinión del padre, la madre, la hermana y los amigos de Federico. Segundo, porque el tío de Federico, nunca estuvo presente en el lugar de los hechos como si estuvimos nosotros y los amigos de la familia. Nadie nos contó nada, estuvimos ahí y todos fuimos testigos de los hechos como ocurrieron. Y tercero, porque el tío de Federico, César Talagorría, tío político, es militar retirado del ejército, donde su corporativismo disciplinario y absurdo, le hace perder toda objetividad de los hechos, de estos como de cualquier otro. Por lo contrario, no había nada que agradecer, no hubo profesionalismo y mucho menos abnegación en el cumplimiento de la tarea. 

De mi parte, aquí queda cerrado el tema.

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