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Resabio

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@| “No quiero ver militares en las calles” esa fue la expresión de la candidata presidenciable. Frase producto de un resabio que alude a situaciones dolorosas que nadie quiere revivir. “Aquel que se quema con leche ve la vaca y llora”. Es la enseñanza que sin duda quiere trasmitir para oponerse a la reforma que se va a plebiscitar.

Reforma que de salir permitiría que fuerzas de extracción militar reforzara a la policía en la lucha contra la delincuencia.

Quien la propone equivocado o no, interpreta con una lógica racional incontrastable la indefensión que padece la ciudadanía. Situación que es ignorada por la fuerza gobernante y no propone absolutamente nada para este presente aciago que padecemos. Se limitan a repetir consignas viejas y gastadas mandando un mensaje de resignación a la población.

Mensaje que en el fondo es sin duda un sincericidio ante un fracaso absoluto, pero que cala hondo en mucha gente, generalmente fanáticos que en su ceguera repiten como loros que hay que apostar a la educación (como si descubrieran la pólvora), sofocando todo intento de rebeldía avizorando una mejoría (que vendría por decantación o por la gracia de Dios) para dentro de varias décadas. Décadas que costarán muchas vidas, que diezmarán muchos hogares.

Seguramente la reforma intenta una mayor presencia de móviles policiales en las calles que no se ven actualmente a pesar de los informes del ministerio. Salvo que el ministro tan afecto a la tecnología se refiera a una realidad virtual. Hay una insuficiencia de patrullaje total. No es de extrañarse, son los mismos que retiraran el 222 y la policía de los estadios.
Pero volviendo a la frase original. Le falta algo. Para ser completa tendría que agregar la otra que encierra una causa principal de ese resabio: “No quiero ver más tupamaros en las calles”.

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