@|Cada vez que alguien o algo atenta contra la sociedad, ésta reacciona mediante una institución y preceptos legales, dispuestos especialmente para contrarrestarla.
Algunos ejemplos de redes sociales y ciertos medios de comunicación son manifestaciones perjudiciales que deben ser reguladas, sancionadas incluso prohibidas.
Me refiero a las redes (amparados en el anonimato y la impersonalidad cara a cara), y ciertos comunicadores (que con tal de llamar la atención o “vender” tergiversan una realidad usando “ganchos” mal intencionados).
La libertad de expresión es un positivo derecho. El buen periodismo es una invalorable necesidad social.
Pero, así como el cuchillo permite alimentarnos y defendernos, también admite lastimar y matar.
Es bueno que los individuos puedan dar su opinión abiertamente. Pero quienes usan esa libertad para insultar (incluso soezmente) generando alteraciones inconvenientes y hasta peligrosas en la comunidad, son como los que usan el cuchillo para lastimar.
Los que recurriendo a un medio masivo de difusión, mienten o insinúan inexactitudes con el fin de aumentar la audiencia, generan malestares, controversias y enfrentamientos nocivos que muchas veces terminan alterando la normal convivencia de la ciudadanía.
Es momento de que las autoridades pertinentes actúen combatiendo esos perjudiciales usos de la libertad y la verdad.