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¿Dónde va lo recaudado?

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Patente de rodados

@|Ingresé a la página del Sucive para conocer el importe que debo pagar por mi vehículo. 

En el ítem que refiere al “monto imponible para la determinación de la patente”, con asombro veo ¡que supera ampliamente al año anterior! Mi vehículo lo compré 0Km en una automotora en marzo 2017. 

Llamé a la Intendencia, sorteando las dificultades para concretar con el Departamento y la persona; terminé hablando con un “contador”, que me informó lo siguiente: mi vehículo en el momento de la compra, por ser 0Km se hace el cálculo para determinar el valor de patente sin el IVA, pero con una tasa mayor que los usados (¿?). 

Al año siguiente, el vehículo ingresa al cálculo de usados y -aquí viene el absurdo-, ¡se le agrega el IVA! ¡La IMM se lava las manos porque es un valor de mercado que realiza un tercero! Eso sí, se baja la tasa que el año anterior era mayor (¿?). Parecen concluir: el asunto es recaudar, nosotros manipulamos el cómo hacerlo. 

Es evidente que el impuesto vehicular es una enorme violación a la justicia tributaria. 

No tiene un retorno al ciudadano en lo que refiere a infraestructura para los automóviles. Es absurdo pues exonera a los vehículos más viejos que utilizan las vías de tránsito y contaminan más (por cierto, debería basarse en estos parámetros, más actuales, este tributo: el que contamina paga). La infraestructura vial tiene 40 años y cuando la cambian cometen errores garrafales como el Corredor Garzón. No tiene mantenimiento, un pozo puede tardar años de arreglarse, una vía en mal estado ni que hablar… la señalización, etc. 

Lo único que hacen es poner radares, controles de alcoholemia y hacen la vista gorda con los motociclistas (automóviles también) que transitan sin matrícula, sin luces, van a contramano, por la vereda. Siendo estos los que registran la mayor siniestralidad y debería ser objetivo de seguridad vial no darles curso como si no supieran que conducir en estas condiciones esta prohibido. Hay que perseguirlos como a los demás, pero claro, no son multables o recaudables. El tratamiento que da a este colectivo la IMM hace acordar a esos adolescentes adinerados y descarriados en Punta del Este, donde luego los papis ponen la billetera para reparar los destrozos que hacen en las “casitas”, “¡son chicos!”. 

Espero haber contribuido en el camino a una justicia tributaria y seguridad vial auténtica.

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