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Progresismo

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Engaño, corrupción, miseria

@| Cuando en el año 1999, Hugo Chávez encabezó el primer gobierno progresista en América Latina, varios países sudamericanos quedaron en manos de unos incapaces que haciéndose pasar por defensores de los pobres y aprovechándose de su ignorancia, obtuvieron su apoyo electoral para llegar al gobierno. Algunos de ellos, con anterioridad habían querido llegar al poder por medio de las armas. Hugo Chávez, junto a otros militares lo intentaron en febrero de 1992. El otro ejemplo lo sufrimos en Uruguay cuando José Mujica y un grupo de terroristas, en la década del 60 y 70, cometiendo asesinatos, robos y secuestros, trataron de derrocar un gobierno elegido democráticamente. Nunca reconocieron que se equivocaron, ni tampoco pidieron perdón a los familiares de los que asesinaron.

Si aplicamos su criterio, quien hoy no esté de acuerdo con este gobierno y quisiera derribarlo por la fuerza, sólo estaría siguiendo sus enseñanzas y de acuerdo al pensamiento socialista, no sería un delito. Cuando vieron que no tenían apoyo popular y las FFAA los habían derrotado, optaron por buscar las debilidades de la democracia y así poder llegar al poder. Se hicieron pasar por víctimas, contando a todos aquellos que no lo vivieron, que se habían sacrificado luchando contra la dictadura. No sólo tenemos a aquellos en nuestro país que se comieron la pastilla, sino que también en muchas partes del mundo, idolatran al Pepe como un ejemplo de democracia. ¡Pobres!

Una vez que consiguieron el poder, el paso siguiente era forjarse un buen pasar económico. Acomodaron parientes y amigos en puestos públicos inventados, con sueldos faraónicos. No fueron ajenos a distintos casos de corrupción denunciados, pero todos sabemos que cuando se mete la mano en la lata, eso va en forma proporcional al tamaño del estado. Sus camaradas latinoamericanos, contando con mayor riqueza para robar, no han desperdiciado el tiempo. Se calcula que la fortuna de la hija de Chávez ronda los 4.000 millones de dólares en cuentas en Andorra y Estados Unidos. También Maduro y familia cuentan con un respaldo económico importante escondido en paraísos fiscales y sociedades off-shore. Mientras tanto el pueblo se muere de hambre y los matan en las calles por reclamar sus derechos. No podemos olvidarnos de Cristina Kirchner, que junto a su marido eran los Bonnie y Clyde sudamericanos. Lo único que no pudieron robarse fue el obelisco. Inventaron diferentes formas para lavar la plata de la corrupción y no sólo ellos metían la mano, sino también sus compañeros de gobierno y empresarios, muchos de los cuales están disfrutando de una merecida prisión. Para completar el cuadro de los amigos de nuestro gobierno, no podemos dejar de lado al procesado Lula da Silva. Otro que al igual que el gobierno kirchnerista, tiene infinidad de causas judiciales en marcha: el triplex de San Pablo más 1 millón de dólares de OAS; la coima de 2.250.000 dólares por la compra de los aviones de combate suecos; dinero que recibió de ODEBRECHT por obras en Petrobras; dinero otorgado por OAS y ODEBRECHT para refaccionar su estancia de San Pablo; coima de 2.000.000 dólares pagada por automotoras a las cuales les prorrogó beneficios tributarios. 

Todos estos delincuentes han sido apoyados por el gobierno cívico/sindical del Frente Amplio/PIT.CNT. Han tenidos el caradurismo de ir personalmente a expresarles el apoyo del pueblo uruguayo, como si la central sindical fuera nuestra vocera. Recordemos la insostenible frase de Raúl Sendic: “si es de izquierda no es corrupto”. Cuánta razón tiene el refrán: “Dios los cría y ellos se juntan”. Todo esto forma un combo vergonzoso cuando se mezcla con la soberbia, incapacidad, envidia y desprecio que sienten todos ellos, por quienes no piensan igual y lo tratan de descalificar de la forma más ruin.

Esto se les termina muchachos, aprovechen mientras puedan. Fecha de defunción: octubre 2019.

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