@|De violinista con Paganini a pintor de retratos. Así podría titularse el sendero artístico transitado por Amadeo Gras, primer artista plástico en instalarse en La Unión, cuando aún la antigua Villa no había adquirido la jerarquía urbanística de tal, ni aún ostentaba esa denominación.

Un ejemplar de “La Gaceta Mercantil”, de junio de 1827, anunciaba la presencia de una orquesta italiana en Buenos Aires. Uno de sus violinistas era Amédé Gras, nacido en Amiens, en 1805, que había cursado estudios de dibujo y música en su ciudad natal y luego los perfeccionó en París con grandes maestros, entre ellos Nicolás Paganini.

Trotamundos, como buen artista, Gras pasó a Chile, donde estuvo una breve temporada y regresó a Francia, instalándose en Burdeos, pero en 1830 escapó a Inglaterra para evitar el reclutamiento por la revolución (llamada de “Las Tres Gloriosas”); estando en Londres actuó en varios conciertos acompañando a Paganini, en algún caso ante el mismo Rey Guillermo IV.

En junio de 1832 regresó a Buenos Aires, donde hizo algunas presentaciones a modo de recitales de violoncelo, en el hotel donde se alojaba. Empero, su veta artística modificó su rumbo y comenzó a dedicarse a la pintura, retratando a muchas personas importantes, lo que le otorgó merecida fama y buenos recursos económicos.

Al año siguiente, se instaló en Montevideo donde permaneció algunos meses, y fue cuando pintó a Fructuoso Rivera y a los hermanos Manuel e Ignacio Oribe. Un año después, recorrió las provincias argentinas, casi en su totalidad, llevando a la tela los retratos de gobernantes y personajes de diferentes localidades. Pintó también paisajes e impartió clases a jóvenes que más adelante se destacarían como artistas.

Cuando la Guerra Grande había decrecido en intensidad. Allá por mediados de 1846, Amadeo Gras regresó al Uruguay, arribando al puerto del Buceo para afincarse –luego– en el distrito de “El Cardal”, que por ese entonces constituía la capital del gobierno del Cerrito bajo la presidencia del Gral. Manuel Oribe y se ubicaba al este del camino que limitaba las tierras de los propios.

En la calle de la Restauración, (que era el principal camino del que a partir del 24 de mayo de 1849 sería el Pueblo Restauración, antecedente urbanístico del actual barrio La Unión) instaló su taller de daguerrotipia en el cual retrató a los Dres. Carlos Villademoros y Bernardo Berro, que eran Ministros del gobierno del bando sitiador.

Su labor artística le permitió alcanzar cierta fortuna así como merecida fama, la que lo llevó nuevamente a Europa, luego de finalizada la Guerra Grande. Pasó dos años en el viejo continente, regresando a Buenos Aires donde estuvo poco tiempo para pasar a radicarse finalmente en Gualeguaychú (provincia de Entre Ríos), donde continuó pintando retratos y paisajes, realizando daguerrotipos y tocando el violoncelo.

En setiembre de 1871, a la edad de sesenta y seis años, ingresaba en la inmortalidad quien está considerado como el primer artista plástico de La Unión, donde se afincara a mediados del siglo XIX: Amadeo Gras, a quien recordamos y homenajeamos en el año del 215° aniversario de su nacimiento.