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Préstamo del BID y una herencia maldita

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@|Tengo un gran respeto por el profesionalismo de la Intendente Municipal de Montevideo, Ingeniera Carolina Cosse. La he defendido en más de una oportunidad por sus innegables aportes, desde otras carteras, en poner al Uruguay al nivel de las naciones más desarrolladas tecnológicamente del mundo. Porque hoy formamos parte del “D9”, los nueve países más avanzados del mundo en términos de desarrollo y gobierno digital, y actualmente ocupamos la segunda posición en las Américas, en el Índice Global de Gobierno Digital (EGDI) de las Naciones Unidas (ONU) 2020, solo por detrás de Estados Unidos y superando a Canadá. Por contar con uno de los mejores Data Centers de América Latina, (premiado como el mejor de América Latina en 2016) y varios sistemas de cable submarino con puntos de conexión en Argentina, Brasil y Estados Unidos. Y por otros logros.

Pero considero entendible el rechazo al préstamo de US$ 70 millones, acordado con el BID a la Intendencia Municipal, para financiar un plan de limpieza por US$ 47,6 millones y obras de saneamiento por US$ 22,4, pagadero en 25 años. Y negando la contrapropuesta de priorizar las obras de saneamiento en US$ 52 millones.

Y es que una de las diferencias, entre otras, consiste en que dentro de las mayores partidas (47,6 millones) van rubros para mantenimiento, incluyendo allí, entre otros, la reparación y el recambio de los contenedores de residuos, compra de más camiones para levantamiento de la basura, etc.; sumado al hecho de que la amortización del préstamo comenzaría en el próximo gobierno departamental. ¡No es poca responsabilidad a heredar!

Y si bien es cierto que ante el planteo de la oposición la Intendencia propuso agregar fondos presupuestarios propios por US$ 12 millones, no puedo dejar de expresar mi profundo temor al pensar que gran parte de esos fondos para limpieza, que comprometerían a la Intendencia por varias administraciones más, dependerían de la gestión de los funcionarios de ADEOM.

¡Con su enorme poder sindical histórico, que amargó la vida y gestión de más de un intendente y la paciencia de la ciudadanía, ante una comuna complaciente! Y creo, en este sentido, que la actual Intendente Carolina Cosse no evaluó el impacto de estos compromisos ante la ciudadanía, frente a la herencia de los caprichos sindicales de un gremio históricamente impredecible; que no garantiza responsabilidad ante nuevos esfuerzos en aportes de máquinas y equipos para su función, y el cual, más allá de su administración, seguirá tomándonos de rehenes de su inoperante gestión.

Por ello, estoy de acuerdo en haber priorizado la mayor parte de los fondos del préstamo BID, a brindar un sistema de saneamiento que dignifique una mayor calidad de vida a la población. Y creo, a su vez, que el tema de mantenimiento, reparación, recambio y compra de nuevos camiones debería depender de la eficiencia de la propia Intendencia en gestionar, día a día, sus recursos presupuestales. Que sí los tiene y que son muchos. Nadie podrá negar la importancia de las obras programadas ni las que proponía la oposición. ¡Pero, lamentablemente, en esta oportunidad, fueron más los que perdieron que los que ganaron! Cosas de la política.

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