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Premio Nobel de la Paz

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@|Tengo el ferviente deseo que se denomine al Presidente de la República, Dr. Luis Lacalle Pou, para el Premio Nobel de la Paz, en este 2021.

Para comprender debidamente dicha nominación, es imprescindible ubicarnos en lo que está pasando hoy en día, en los 5 continentes del planeta Tierra, terriblemente asolada por la peor epidemia de su historia.
A partir de aquel fatídico e imborrable viernes 13 de marzo, a los uruguayos nos ha tocado vivir la peor crisis sanitaria, económica y humana, desde que existimos como país.

Hacía tan solo trece días que había asumido como Presidente de la República, el Dr. Luis Lacalle Pou, y aún no había organizado su equipo de gobierno cuando el destino lo sorprendió con dicha inédita situación fáctica y humana.

Con singular entereza y con envidiable valentía y gran inteligencia hizo frente al temporal, y cuando casi todo el espectro político pedía un encierro obligatorio de la ciudadanía, recurrió sabiamente a la “libertad responsable” de los orientales. La inmensa mayoría de la población hizo caso a dicho patriótico llamado, lográndose el milagro que, al poco tiempo (en una caso casi único en América y gran parte de Europa), empezaron a funcionar las escuelas y luego los liceos y demás organismos de la enseñanza, la construcción, las actividades industriales y comerciales, de recreación y deportivas.

El hazañoso transitar de Lacalle Pou, está aún más valorizado por lo siguiente:

1) Heredó un país totalmente fundido, con miles de ciudadanos en situación de pobreza, con centenares de desocupados, con gran déficit fiscal y una situación económica y financiera malísima, o sea, una auténtica “herencia maldita”.

2) Con apenas 47 años, debió enfrentar el “coronavirus”, y con admirable y equilibrado ejercicio de la Presidencia viene superando con éxito los infinitos problemas que plantea dicha pandemia.

3) Se ha ganado el apoyo mayoritario de la ciudadanía y el singular respeto de la oposición que le reconoce su gestión presidencial. Y gracias a ello, el Uruguay está de pie, superando lenta pero progresivamente todos los graves e innumerables problemas que plantea, día a día, el “Covid-19”.

Hoy el mundo entero reconoce que el Presidente Lacalle Pou es de los mejores Estadistas del Planeta; en conducir con éxito un país en medio de la peor pandemia de la historia. Y ello me ha llevado, con toda justicia y legítimo derecho ciudadano, a proponerlo para el Premio Nobel de la Paz.

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