@| El populismo en Uruguay ha venido de la mano, de una nueva forma de hacer política: repartir o establecer iniciativas todas ellas sin financiación de especie alguna, de forma discriminada (asistencialismo sin diagramar futuro de realizaciones humanas). Entrega de dos tarjetas que suman pesos 9600 para alimentos, ropa, luz eléctrica, agua y teléfono (consumo ilimitado a pesos 289 y Direct Tv prepago a pesos 389 abonado por el Mides). Ademas (el peor clientelismo) provision de empleos públicos innecesarios y a costo del esfuerzo económico del pueblo,. Todo sin proyectar o concebir crecimiento, mediante planes estructurales que serian generadores de desarrollo permisario hacia actividad laboral sustentable con mejoramiento de la economía.

A esta forma populista de hacer política, se le adosa la ineficiencia de la administración publica (Ancap, Asse, Fondes, Pluna, Alur, Regasificadora, Aratiri, conformación de nuevas empresas a perdida, Cooperativas financiadas todas ellas con el dinero del pueblo). Sumémosle el costo de la corrupción (licitaciones indebidas, tarjetas corporativas, nepotismo y amiguismo con empresas privadas).

Herencia indebida; aumento desproporcionado de Deuda Externa, presupuesto en salarios de empleados públicos 40 % mas, por crecimiento de 70000 nuevos funcionarios.Dificultades de financiamiento del Banco de Previsión Social. Aumento desmesurado del gasto publico, que incide en un costo país, que transferido a los precios de la producción nacional nos hacen no competitivos con la mayoría de países. Sumado a los aranceles de importación de quienes recepcionan nuestros productos (por carecer de TLC), nos proyectan un camino empedrado y con dificultades de difícil solución. En lugar de gobernar para todos, solamente se ha de ocupar de la coyuntura. Este es el populismo del siglo 21 en la República Oriental del Uruguay.