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Plástico versus papel

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@|Para quienes tenemos menos luces que camión de feriante, es muy útil contar con amigos inteligentes.

Fue uno de ellos quién me hizo notar mi escasa percepción de la realidad con una simple pregunta:

-Che, ¿te fijaste que en..., en ... y en ... , y también en ..., por no decirte en todos los... (reconocidos y amplios comercios montevideanos) siguen despachando el fiambre envuelto en abundante nylon?
Eso sin contar dulces, quesos, carnes, pescados, pastas, verduras, huevos, frutas y otros productos fraccionados en envases y redes plásticas que podrían ser de otros materiales no contaminantes, "amigables" con el medioambiente-.
La harina, en su envase de papel, es una grata excepción.
¿O será que esos plásticos no contaminan...?-

Cayó en picada mi autoestima, que había alcanzado grados olímpicos por pura coincidencia con la exitosa imposición oficial del cobro de las abundantes bolsas plásticas que todas las semanas me "regalaban" en... aunque anticipándose en meses al cobro legal de las que llegarían en breve, esas que nos presentaron en sociedad como "inocuas, por degradarse en contacto con Natura" .

¡Pobre Natura si espera por nuestra veleidosa toma de conciencia!

Te decía que este buen y luminoso amigo (tiene más luces que el Estadio Centenario en noches de Clásico) pinchador de egos y de mundos de fantasía, hizo que me preguntase: ¿por qué, en un país gran productor de papel for export y en inminente crecimiento productivo (con tren carguero all inclusive), no exigimos que nos envuelvan, al menos en las grandes superficies, el fiambre a "la antigua"?

Las tortugas, aves marinas y otros animales salvajes se verían beneficiados de nuestro nuevo "hábito papelero", tanto como perjudicados se ven por tanto plástico indigesto.

Parece que los buenos ejemplos vendrán, una vez más, de los más humildes.

Hoy tuve una buena muestra de respeto a la Naturaleza por parte de un antiguo parque infantil del Prado, pequeña superficie comercial donde las haya. Y los niños que la frecuentan con sus padres, aprenderán con su ejemplar iniciativa que el papel es más amigable que el plástico y que aún si llegase al agua, no atragantaría delfines ni cormoranes. Porque las sabrosas tortas fritas para mis nietos nos las llevamos en bolsas de papel. Mañana mismo encenderé el fuego con ellas -las de plástico, si las prendes, apestan al asado, abuelo-.

No pretendo volver al pescado, carne y huevos envueltos en hojas de diario viejo, como en los duros tiempos del SOYP, de SUBSISTENCIAS, de AMDET y del "Tito" Pastrana, (¡Qué viejo estoy, púcha digo, ahijuna, canejo y veláy!).
Van quedando pocos diarios de papel y es difícil envolver un churrasco con una pantalla plana.

Pero, tal vez, envolver el fiambre en delicado papel blanco no sería nada condenable y podría dársele un nuevo uso pos consumo.

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