@|Primero que nada lo irónico: se habla de que afecta “la calidad democrática” el legítimo uso de un instrumento previsto por la Constitución, como lo es la remisión por el Poder Ejecutivo de proyectos de ley de urgente consideración.

Se trata del ejercicio de una facultad que el pueblo le dio al Poder Ejecutivo; podrá discreparse con ella o con el contenido de un proyecto de ley “de urgente consideración”, pero a nadie escapa que es un procedimiento de “calidad democrática” total. Exactamente de la misma “calidad democrática” total de todas las leyes de urgencia que le precedieron, empezando por las que el Frente Amplio tramitó utilizando este procedimiento.

En segundo lugar, corresponde señalar el torpe intento de difundir una media verdad por algunos actores políticos: hablan como si ya se hubiera remitido el proyecto, cuando en realidad lo que se hizo fue enviar informalmente su texto a los legisladores para que lo fuesen estudiando e ir ganando tiempo para cuando sea formalmente remitido y ahí sí se inicien los plazos constitucionales para su consideración.

Por último: ésta debe ser la primera vez que un proyecto de ley tiene tan amplia difusión: se conoció el borrador, hubo instancias de discusión, sus redactores le incorporaron algunos aportes hechos por distintos actores sociales y ahora se conoce el texto que, cuando las circunstancias (especialmente la situación sanitaria) lo aconsejen, será formalmente remitido a un Parlamento que desde el 15/2/2020 está ininterrumpidamente en funciones.

En conclusión: los argumentos de que es inoportuno remitirlo dada la emergencia sanitaria y de que “se afecta la calidad democrática”, solo son pirotecnia verbal.