Publicidad

Permiso para matar

Compartir esta noticia

@|Desde 2011, Siria ha caído en una guerra civil que la ha destruido desde todo punto de vista. En esa devastación, ciudades enteras con riqueza histórica como Alepo fueron arrasadas, y el Consejo de Seguridad demostró entonces y durante todos estos siete años cuan ornamental puede ser en casos de tanta tragedia. 

Los escalofriantes números de la desgracia son la acumulación de la impotencia ante los vetos de uno de los invasores, la reiteración de retórica, y el inevitable agregado de la indiferencia. 

Hace un par de semanas, los medios de todo el mundo comenzaron a mostraron otro capítulo de los horrores en Siria: en la ciudad de Ghouta, no sólo se destruía todo,sino que las vidas de civiles eran segadas sin piedad, entre ellos decenas de niños.  

El Consejo de Seguridad necesitó 15 días de negociaciones para lograr una suerte de tregua humanitaria y que los 400 mil habitantes de Ghouta aislados por los bombardeos y las matanzas indiscriminadas, pudiesen empezar a recibir algo de auxilio. 

En esos 15 días en los cuales ninguno de los negociadores de la tregua pasaron ni hambre ni frío, los cadáveres de los niños, mujeres, ancianos, se fueron apilando en las ruinas de Ghouta.

La semana pasada llegó el consenso al Consejo de Seguridad.

Tras la resistencia inicial de Rusia y días de negociación, los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU aprobaron por unanimidad una resolución que exige un cese del fuego de 30 días y “sin demora” en toda Siria para entregar ayuda humanitaria a millones de personas y evacuar a los heridos y los enfermos graves. La resolución pretende permitir que llegue ayuda humanitaria a las zonas sitiadas y que las organizaciones de la ONU y sus aliados puedan trasladar a las víctimas de la guerra a un lugar seguro.

Dos días después, el régimen de Irán, el principal aliado del gobierno sirio de Bashar al Assad, aseguró que la ofensiva contra los grupos “terroristas” continuará en Ghouta y “las ofensivas de limpieza del ejército sirio continuarán”, dijo el jefe de estado mayor del ejército iraní, el general Mohammad Bagheri. 

Mientras tanto, y apenas 24 horas después, el ministro iraní de Exteriores, Mohamed Javad Zarif dijo en Belgrado que “Irán espera que la resolución de la ONU que exige una tregua de 30 días en Siria reducirá las hostilidades” . 

Si tomamos en cuenta los 15 días que se tomó Rusia para aceptar una resolución que lleve ayuda humanitaria a un país asolado por la guerra; y si apreciamos que Irán dice un día que la guerra (limpieza para ser exacto) continuará igual, mientras por otro lado se ufana de la “tregua” lograda en ONU, el futuro de los habitantes de Siria seguirá su derrotero siniestro que viene avasallándolo hace siete años. 

O se es agresor o se es pacificador. Pretender ser las dos cosas es tan falso como que es cierto el silencio ominoso que reinó durante gran parte de estos siete años mientras los civiles sirios eran masacrados por su propio gobierno con armas químicas. El permiso para matar, en Siria, no ha sido cancelado por ninguna tregua.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad