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El Partido Nacional y el plebiscito del '80

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@| Hoy 30 de noviembre se conmemoran 38 años del histórico plebiscito del 80, donde la mayoría del pueblo uruguayo, en una de las más hermosas páginas de nuestra historia, contra todo pronóstico y en las condiciones más adversas, rechazó el proyecto de reforma constitucional que querían imponer los militares y que marcó el comienzo del fin de la dictadura.

Y aquí quiero homenajear a quienes en aquel entonces integraban el Triunvirato del Partido Nacional: Carlos Julio Pereyra, Dardo Ortiz y Jorge Silveyra Zabala, siendo los secretarios Fernando Oliu y Gonzalo Aguirre Ramírez. Estos hombres cargaron sobre sus hombros con la responsabilidad de movilizar a todo el Partido a lo largo y ancho del país movidos por una pasión libertaria que al fin y al cabo es la pasión de los blancos. Estos hombres, junto a dirigentes de la talla de Héctor Lorenzo Ríos, Juan Pivel Devoto, “Cacho” López Balestra, Juan Martin Posadas, Mario Heber, Luis A. Lacalle, Alberto Zumarán, Eduardo Pons Etcheverry, Enrique Beltrán y tantos otros que me estoy olvidando, dieron la clarinada para poner al Partido en pie de lucha como tantas veces. Y un Wilson Ferreira que desde el exilio daba las directivas y aportaba sus ideas. 

He escrito en otras oportunidades sobre este acontecimiento y creo necesario volver a recordar el papel preponderante que jugó el Partido Nacional en aquella gesta. Recordar la valentía de aquellos dirigentes que traían escondidos los cassettes de Wilson luego de reunirse con él al otro lado de la frontera; la valentía de quienes fueron al recordado acto del cine Cordón a escuchar la vibrante oratoria de Juan Andrés Ramírez, Lorenzo Ríos, Fernando Oliú y Eduardo Pons Etcheverry junto al entrañable Julián Murguía, y que terminó con los caballos de la metro dentro del cine, y tantos otros actos similares en todo el país que terminaban con los participantes presos y heridos; el recordado debate en canal 4 con un Pons Etcheverry calificando de rinocerontes a los civiles colaboradores de la dictadura, el semanario La Democracia, en fin. Desde hace décadas el Frente Amplio, se ha adueñado de un relato falso donde se adjudica el monopolio de la lucha contra la dictadura y donde solo hay buenos de un lado (ellos) y malos del otro (los demás). En política a menudo el relato que se impone no es el más veraz sino el mejor contado y se sabe que una mentira repetida cien veces al final se transforma en verdad. Es un deber recordarle a las generaciones presentes y futuras el papel protagónico que siempre desempeñó el Partido Nacional toda vez que el país lo requirió. Nadie mejor que Wilson lo señala en su famoso discurso de la explanada al salir de la cárcel: “Nosotros hemos luchado contra la dictadura desde el mismo día en que se instauró, pero hemos luchado por las libertades públicas desde el día mismo en que se fundó la Patria. Para nosotros este es un episodio más de la pelea, que por la libertad se pelea siempre porque nunca está definitivamente conquistada. Para nosotros la lucha comienza todos los días de nuevo y por lo tanto, comienza hoy.”

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