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Paro por violencia

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¿Son eficaces?

@| Cada vez resulta más difícil entender determinados razonamientos del movimiento sindical. 

A los paros habituales de determinados gremios por hechos que no responden a reivindicaciones de los trabajadores frente a sus patronos, ahora surge el paro para protestar contra la violencia. 

Una situación que surge derivada de un triste hecho en que un trabajador discute de manera vehemente con otro, provocada por una inconducta de tránsito que pudo poner en riesgo su vida y que termina con la muerte de uno de los involucrados ante un disparo de arma de fuego que pone fin al pleito. Algo que toda la sociedad debe rechazar, inserta en un cuadro de alteración social que estamos viviendo, pero que además contó con el ingrediente de que el tristemente fallecido era dirigente gremial.

La primera reacción de las autoridades del PIT CNT fue la de interpretar que el hecho tenía que ver con la calidad de gremialista de quien perdiera la vida, cosa que se esclareció de inmediato al quedar claro que ambas personas no se conocían y por tanto no medió para nada una acción vinculada para atentar hacia su calidad de tal.

Pero bueno, no alcanzó con esto para que se decretara un paro parcial de actividades a nivel nacional, invocando reflexionar contra la violencia y además ahora se programa otro paro mayor, en poco tiempo, con el mismo objetivo.

La pregunta que uno se hace es: ¿quién gana con un paro de actividades para recapacitar contra la violencia…?

Pierde el trabajador que adhiere a la medida porque deja de percibir su salario. Pierde el empresario porque se ve impedido de desarrollar su labor. Pierde todo el país por una jornada improductiva y la población en su conjunto afectada por los efectos de un día de paralización de actividades.

Maravilloso: esto es lo que se llama perder-perder en lugar de ganar-ganar (el conocido “win-win”).

Pienso que resulta válido reflexionar acerca de la violencia encastrada en la sociedad y también que es justificable generar una jornada nacional, sin banderías políticas, con el fin de que todos procuremos razonar acerca de este virus que nos está afectando.

Y esto no debiera ser una acción de clase reservada para el movimiento sindical y sus organizaciones sociales afines. 

Esto debería ser una convocatoria para todos los habitantes del país en sus 19 departamentos. Por supuesto también con la participación de los empresarios nucleados en sus distintas organizaciones. 

Y pensar en sustituir el paro, que a todos perjudica, por una concentración en espacios públicos en las 19 capitales del país, por ejemplo, durante un sábado o domingo luego de caer el sol. No tengo dudas que convocaría a muchos más ciudadanos que adherirían a la convocatoria. O un apagón masivo de luces por espacio de 10 a 15 minutos para que todos velemos por la cordura, buscando sepultar la violencia. 

¡Por favor señores del PIT CNT, sean un poco más originales y creativos! El paro o la huelga, en este tipo de situaciones, nada consigue y más aún despierta el rechazo de toda la ciudadanía. 

Creo que todavía se está a tiempo de corregir el camino.

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