Publicidad

En el Parlamento

Compartir esta noticia

Homenaje al “Che”

*|Quienes homenajearon al “Che”, solo les hago saber uno de los tantos crímenes efectuado por este paranoico fratricida. En la “cabaña” estaban detenidos unos 25 padres con sus respectivos hijos, como este trastornado ser o sea el “Che” era prácticamente el director o mejor dicho, comandante en jefe de tal lugar en Cuba, ordenó la ejecución de tales personas.

Expongo esto para recordar a los “señores representantes” de mi país, con las excepciones del caso, si realmente están “en sus cabales” de acuerdo a nuestros principios orientales que establece: “...Clemencia para los vencidos”.

Al mismo tiempo el suscrito a raíz de haber estado en tal época en el hermano país de Bolivia, se permite subrayar el pasaje de este ignominioso sujeto del “Che” por Bolivia en la época de Barrientos.

¿Conocen por qué Fidel lo envió con sus huestes a Bolivia? ¿Saben lo sucedido cuando se entrevistó, -una vez llegado a Bolivia- lo conversado con el presidente del comunismo boliviano? En una palabra, no conocer la auténtica verdad, sin creerme dueño de ella, sobre este depravado sujeto, hace de este homenaje, el culto a la ignorancia y si no, auténticos esclavos ideológicos marxista-leninista como todo apátrida traidor a nuestra República Oriental del Uruguay.

Estos profanos “parlamentarios” “uruguayos” evidentemente han utilizado la característica de la “laicidad” democrática con espurios intereses, reflejando -insisto- deshonrar los postulados republicanos de nuestra rica y soberana nación. Denotando una clara y trágica violación constitucional, donde la decadencia cultural los define además como auténticos, subalterno inherentes a dogmas despóticos jamás desplegados en nuestro país. ¿Secuela de haberse eximido de pena a quienes intentaron destruir la democracia, la misma que hoy les ha permitido integrar inclusive este Parlamento?

Quienes insultan con el máximo desparpajo el orden constitucional, hacen añicos la conducta al respeto de la obediencia debida para nuestra nación.
Toda esta proliferación del agravio tenaz contra nuestro máximo fuero legislativo presagia, irremediablemente, la decadencia total de los valores tocante a nuestras instituciones honorables donde lo absurdo sella el desconocimiento -repito, con las excepciones del caso- pretendiendo extirpar lo honorable, manoseándose el lugar donde transitarán auténticos parlamentarios conjugados por el intrínseco servicio al porvenir de nuestra soberanía oriental.

En conclusión, el homenaje del epígrafe resultó un claro insulto a nuestra república democrática. El deber supremo de la invariable custodia, jamás debe abandonarse para con nuestra enseña patria; este manoseo, pretende avasallarla, al considerarla una simple prebenda, “olvidando” que tal legado, lo fuera logrado por nuestros predecesores con su propia vida.
Si realmente deseamos fortalecer la libertad de nuestra nación, evitémoslo; de no, seremos sin exclusión alguna manipulados por la soberbia del despotismo.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad