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¡Qué país generoso!

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@| Todos los Montevideanos estamos acostumbrados a oír decir a los responsables del transporte de autos de alquiler -y acá tomo en consideración a taxis, remises y Uber- que la ciudad no acepta más coches de alquiler porque la densidad de población no justificaría el servicio.

También muchos de nosotros tenemos algunas experiencias con este tipo de transporte en otros países, y en general nunca hemos tenido problemas de no encontrar transporte disponible, en cualquier día y hora de la semana.
Por esto, quiero dar a conocer una experiencia personal del pasado domingo en Carrasco.

Fui intervenido quirúrgicamente la semana pasada y el médico cirujano me indico – entre otros cuidados – el no manejar por espacio de una semana.
Es así que queriendo desplazarme hasta una dirección a 12 cuadras de mi casa me dispuse a llamar un servicio de Uber.

Como ya parece que es modus operandi, los 2 coches que tomaron el viaje lo cancelaron inmediatamente de saber lo corto del recorrido (primer round perdido) por lo que tuve que llamar al 141, quien concurrió en tiempo y forma. Obvio que estos últimos, no sabían qué tan largo era el viaje.

A la vuelta, siendo las 21.30h aproximadamente, camine hasta la esquina de Av. Arocena y Carlos F. Sáenz., exactamente la esquina del Hotel Sofitel Montevideo. Es decir, pleno centro turístico y comercial de Carrasco.
Luego de esperar un taxi por casi 20 minutos, llame a radio taxi (1711) y nunca nadie me atendió. Es decir: segundo round perdido. Luego llame a Radiotaxi 141 donde me atendió una amable operadora; y cuando le dije la esquina más arriba mencionada, me respondió que yo estaba en una parada de taxi, por lo que ella no podía mandarme un coche. Mismo que la parada estaba vacía, apagada y cerrada a esa hora de la noche.

Finalmente, y frente a mi insistencia le dije que le pasaba el número de puerta de la vereda de enfrente- adonde obviamente no había parada de taxi - y me dispuse a cruzar la calle para pasárselo, cuando para mi sorpresa la operadora me colgó la llamada y la dio por terminada. Nunca más me volvió a atender en los siguientes minutos. (Tercer round perdido)
Es más que obvio que no volví a llamar a Uber porque la situación del inicio se volvería a repetir, por lo que tuve que volver a mi casa a pie, derrotado, despacito y rengueando…

Yo me pregunto: si es cierto que hay falta de trabajo… ¿porque la gente no quiere trabajar? ¿Porqué no se encuentran taxi después de la media noche? ¿Para qué están las paradas de taxi si trabajan solamente en horario de oficina?

Eso sí... ¡tiempo y esfuerzo para protestar siempre hay!

Lo del título, ¡si será un país generoso que los operadores del transporte ni se molestan en trabajar un domingo de noche!

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