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Norberto Sanguinetti

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@| En estos días nos dejó una persona de características muy, muy especiales. Lo conocimos en 1985, cuando presidía el Directorio del BPS (cuyo vice era el Dr. Rodolfo Saldain). Directorio político, eficaz y diligente. Nuestra función: representar al gremio ATSS (delegación compartida con el inolvidable Guillermo “Billy” Linardi) Tiempos difíciles, pos-gobierno de facto. Un quinquenio de semanales encuentros y disputas. Cada uno: reclamando desde “su vereda”.  

Sanguinetti era frontal. Funcionario de las ex-Cajas de Jubilaciones, conocía lo bueno y lo malo de ese organismo tan complejo de la Administración (que incide, gravemente, en nuestro PBI). ATSS era presidido por Luis Colotuzzo (hijo). Un compañero aguerrido y solidario como pocos. También: iba directo y de frente, como aquel. Imaginen Uds. cómo podíamos resolver los desencuentros... Sin abdicar de las respectivas posiciones. Los funcionarios: conociendo la realidad del país y los límites posibles. Sanguinetti: oponiendo sus razones. Todos sabíamos: si llegamos a un acuerdo... debía refrendarse en Presidencia (avalado, o no, por el Ministerio de Economía). Algunos pensaron: “no tendrá problemas, porque el Presidente de la República es su primo.” No lo conocían. Nos lo dijo en la primera reunión: “Si Uds. creen que conseguirán fácil sus reclamos porque soy primo de Julio, ¡erraron el bizcochazo!”.
 
Puestas así las cartas sobre la mesa, fueron 5 años fructíferos para todos (adviertan que no uso “ambas partes”. Funcionarios de la misma Institución, actuando en roles diferentes. Ni adversarios ni enemigos.) No obtuvimos todo lo que pedimos. No obstante, fíjense Uds. en lo que si alcanzó ATSS:
-Hogar Estudiantil para hijos de funcionarios del Interior. (Esa conquista para 18 Departamentos, fue hostigada por la corriente afín al Frente Amplio...)
-Guardería para hijos de funcionarios de Montevideo
-Gerencias Departamentales... (Sanguinetti aceptó que los gerentes debían ser sólo funcionarios del Interior, lo que no ha sido respetado).
-Además las normales discusiones por salarios.
¿Todo fácil? No lo fue. Ciento de anécdotas podrían demostrarlo. Destaco esos tres puntos, porque trascienden períodos de gobierno. Significa que un gremio puede y debe, actuar en función social. 

Pensar en la familia del compañero. Se realza, en este caso, porque se alcanzó en pleno acuerdo con el Directorio. Y es justo reconocer que Norberto “Rulo” Sanguinetti tuvo un rol decisivo en las gestiones. Creo personalmente que fuimos leales en un trato que, a veces -de su parte- se expresaba “derecho al bulto”. No podemos negar su cuota de humor, utilizada para “apagar incendios”.

Lo despedimos rememorando tiempos de un Uruguay más fraterno.

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