@|Los expertos han constatado que un tercio de los niños del mundo están malnutridos, y obesos.

En mi opinión, simultáneamente a este cambio físico, han aumentado al mismo tiempo la comida procesada, las bebidas azucaradas y, por otra parte, la tecnología aplicada al entretenimiento, como los videojuegos.

Además, los espacios de esparcimiento se achican ante el negocio inmobiliario, que rige el diseño urbanístico y precisan acoger la migración continua del interior a las grandes ciudades.

La inseguridad social también ha ayudado, negativamente, a crear una generación que nunca conocerá el gusto de jugar en la calle como antaño se hacía, y se vivía.

Los chavales están recluidos en recintos la mayor parte del día, dicen los entendidos. Creo que esta situación los aleja del contacto con la realidad natural, es decir, la realidad que no está representada, que existe en nuestro espacio-tiempo.

Estos niños, ¿qué hombre y mujeres serán?

Debemos prevenirnos de un futuro deshumano. Es imprescindible fomentar la integración.