@|En nuestra ya larga existencia, hemos admirado los talentos. Tanto en el hombre como en la mujer.
Son esas personas que aportan soluciones a los variados problemas que sufre el ser humano. Los otros, son los que viven a la sombra.
Ya lo decía Varela: “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”; y el pueblo uruguayo eligió para dirigir los destinos de su patria a colaboradores de la dictadura que tanto critican y a tupas que asaltaron, robaron y asesinaron compatriotas pero, a guardar silencio: los puso el pueblo. Si lo eligió el pueblo es sagrado. Quienes se postulan saben muy bien que un pueblo ilustrado y culto no los eligiría.
De ahí que la educación no funcione.
Hay que cumplir con el pedido del Che: “Formar dóciles y mediocres porque se arrean mejor”.
Si el sistema educativo funcionara y formara seres pensantes, con talento, no podrían ser arriados, se opondrían y no los votarían. Eso sí, aparatos electrónicos que les lava el cerebro a raudales.
Allá por 1950, siendo estudiante de la vieja Escuela Industrial, tuvimos como profesor al Sr. Alcides Casenave. Este brillante maestro nos dijo un día: “Una mente cultivada, ilustrada y dos manos adiestradas, son dueñas del mundo”. “Son libres, no son dependientes”.
Con esta filosofía hemos vivido sin andar mendigando un puesto de trabajo o cargo público.
Ahora que ya cruzamos la línea de los 90 años, vemos con pena como preparan a la juventud. Forman seres dependientes, esclavos que sirvan a los nuevos amos y así está el país.
No es necesario que lo diga el Prof. Gadea, lo muestra la prensa en general. Robos, asesinatos, violencia contra niños y mujeres, rapiñas, asaltos cada 10 minutos.
Resultado final de la educación recibida.