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Montevideo, qué feo te veo...

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@|El edificio de la IMM, construido a partir de 1936 por el Arq. Mauricio Cravotto, fue concebido para ser más alto y con terminación de ladrillo.
Han pasado múltiples administraciones y éste luce, sin pena ni gloria, en una zona privilegiada de la ciudad. 

La IMM tiene entre tantos cometidos, impulsar, promover, fomentar y colaborar con el embellecimiento de la ciudad y muestra su propia cara de la peor forma. Alarmante paradoja. 

Hay un par de dichos populares que pueden aplicarse a este edificio inconcluso: “En casa de herrero, cuchillo de palo” o “la caridad empieza por casa”. 

La explicación a esta desidia visual está en los pocos recursos que destina la IMM al cuidado y embellecimiento de la ciudad, priorizando en una forma escandalosa retribuciones salariales y administrativas que sin duda podrían racionalizarse y reducirse fuertemente. 

El secreto de una buena gestión municipal reside en un rebalanceo del presupuesto de forma tal que el cuidado de la ciudad esté dentro de sus prioridades. 

De los programas sociales, de la igualdad de oportunidades y de todo lo que tenga que ver con equidades e iniquidades; hay teóricamente otras reparticiones estatales que se ocupan del tema. 

Y para terminar, se me ocurre otro dicho popular: “zapatero, a tus zapatos”.

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Montevideo.IMM.

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