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Megabasurero

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@| Desde arriba y a la distancia parece que reaccionar en forma contraria al Megabasurero de Canelones responde al fenómeno mundialmente conocido como NIMBY (Sí, pero no en mi patio trasero). Con este concepto el Intendente Orsi ha querido menospreciar la queja.

Sin embargo la movida de los vecinos no responde a ningún motivo político ni egoísta ni fundamentalista, ni contrario al progreso o al avance del departamento. Sobrados argumentos se presentaron demostrando que su instalación en la orilla del Solís Chico era un real peligro ambiental. Sus aguas limpias serán el agua potable que beberán los vecinos mañana… si se cuidan.

Desde que la Intendencia convocó a la licitación para construir un Megabasurero o “Sitio de disposición final de residuos sólidos" se evitaron los pasos que serían de rigor para evaluar la zona y el impacto que allí tendría económica ambiental y socialmente. Se dibujó un proyecto de "primer mundo" que es lo que mostraron y aprobó la Junta departamental.
Aunque tampoco tuviera presupuesto, que fue lo que objetaron algunos ediles y el Tribunal de cuentas también. Después, en la marcha, para bajar costos se bajaron las prestaciones, o sea que “no” va a haber clasificación, reciclaje, recuperación ni valorización de gases como energía y se disminuye la exigencia sobre el tratamiento a lixiviados.

Nunca se supo, que decisión de planeamiento territorial llevó a seleccionar el lugar para instalar la futura planta. Hubo una ubicación primaria, cerca a la ruta 8, que por la reserva de OSE detectada por los vecinos se desestimó.

Se encontró otro campoque es donde hoy se pretende hacer el Megabasurero, en camino a Soca y Camino a Minas… viejos caminos. Zona rural productiva, cercana a Soca y Tapia con pequeños productores asentados allí durante varias generaciones, punto con aguas que corren, como toda la zona, hacia el Solís chico que desemboca en el balneario.
Los vecinos nunca fueron advertidos, ni consultados. Algunos fueron tentados, y aun pudiendo vender no lo hicieron para no llevar un basurero a su barrio querido y perjudicar a los otros vecinos. El Intendente Orsi nunca recibió a los ciudadanos.

Orsi ocultó información, pues ahora 45 días después se sabe que la adjudicación fue hecha pero no publicada... La empresa Aborgama y Cía. estará presentando el proyecto en DINAMA estos días. Este organismo ha sido cuestionado por sus resoluciones y premios especiales, lo que no da tranquilidad.

No es justo que una zona rural productora de alimentos se vea estropeada y conmovida por la basura de 500 mil canarios que ni se enteran que pasa cuando cierran la tapa de su contenedor azul. Tal vez les duela cuando un nuevo impuesto se les cargue para cumplir el sobrecosto de este Megabasurero.

¿Cuántos kilometros viajará esa basura, atravesando el departamento desde Los Cerrillos, Santa Lucía, Tala, Las Piedras, Shangrilá o colonia Nicolich hasta el punto elegido? ¿Serán los vecinos de la zona recompensados por sufrir tamaño daño?

Su propiedad y su producción pierden valor, su vida pierde calidad. Ya no será la tranquila zona sobre los antiguos caminos que siempre llevaron dignidad. No queremos pensar si algo falla…

150 camiones a diario los 365 días del año por rutas y caminos secundarios y pasos angostos, la contaminación de napas y cursos de agua, la polución, las aves rapaces y roedores, olores, humos; es la sentencia que pesa sobre Cerro Mosquitos.

Es esperable la reflexión, estamos a tiempo de soluciones necesarias pero sensatas. Justas y transparentes.

Por un Canelones amigo del medio ambiente y un Solís chico limpio.

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