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Malestar judicial

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@|En “El País” del domingo 19, leo con asombro como un hecho absolutamente menor como es el olvido de las llaves de un par de esposas, genera una nota con quejas al accionar policial por parte del Poder Judicial.
Las llaves de las esposas se mantienen por causas lógicas lejos del alcance del detenido que es esposado, no sólo por la causa que es detenido, sino además porque puede presentar en el momento síntomas de querer darse a la fuga o atentar contra su vida, lo que sería absoluta responsabilidad de los funcionarios actuantes. 

En los Juzgados de Montevideo y Maldonado hay funcionarios de menor jerarquía muy desubicados que por hacer a veces actuaciones que corresponden a los jueces, terminan creyendo serlo. 

En este caso específico, a cualquier persona con dos dedos de frente lo primero que se le ocurre es llamar a los bomberos para que abran o corten las esposas. Aquí se prefirió el escándalo mediático. 

Creo que es hora de que el Poder Judicial se juzgue a sí mismo; ya se acabó la excusa de que no les pagaban el aumento.

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