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Un mal trago

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@| Este relato es totalmente cierto, lo vivió un familiar con una empresa de mudanzas que viaja al exterior. La empresa fue localizada en la web. Una vez contactada la reunión con el dueño se le detalla que se quiere traer un placard de Bs.As. a Montevideo. Se le pasan medidas; largo, ancho, profundidad y que el mismo estaría desarmado para traer. Con todo esto la Empresa cotiza 950 dólares, la mitad al contado y el otro 50 % contra entrega del mismo en Montevideo. Se realiza el pago con tarjeta de crédito en 3 cuotas iguales a partir del 23/3, 23/4 y 23/5. Al placard lo traerían conjuntamente con una mudanza completa como parte de la misma, ya que muebles solos como encomienda no se traen. Esto implicó para quien contrató la mudanza un descuento de 959 dólares que pagaría la titular del placard. 

Ahora bien, como las mudanzas desde el exterior no salen a cada rato, había que esperar que se concretase y allí vendría el placard. Hubieron fechas alternativas que se fueron modificando permanentemente, así que las llamadas a la empresa eran permanentes y los meses pasaban y nada. Obviamente el dueño de la empresa ya había cobrado ese 50% y a la cliente se lo descontaban en cuotas. El dueño de la empresa había aclarado que si el negocio no salía se devolvía ese 50% ya cobrado.

Al final ya entrando al tercer mes se concreta la mudanza. El día 6/6 va a Buenos Aires a la dirección acordada un pequeño camión con un peón solo. Este carga el mismo y se retira. Hasta aquí fue un diálogo y una gran inquietud para el cliente la demora que se iba dando, pero a la noche de ese día todo cambió. Una llamada del dueño de la empresa a la cliente diciendo que el placard le ocupaba todo el camión y el precio sería otro. Ahora se hablaba de 5000 dólares pero con 2500 el salvaba los costos. El cliente no lo podía creer, no era un placard cualquiera, tenía valor sentimental y contaba con él en Montevideo ya que provenía de la casa de su infancia que había sido vendida y se iba a demoler. Ya con el llanto de impotencia la cliente le dice que no cuenta con ese dinero y no podía hacerse cargo que haya utilizado un camión pequeño cuando tenía todas las medidas.
No era justo, luego de esperar 3 meses, porqué no le dijo antes. Ya no había más opciones ya que la casa fue entregada a su comprador en Buenos Aires. El dueño de la empresa dice que el negocio no se hará y el mismo queda sin efecto. La clienta debió comunicarse con la familia en Buenos Aires a ver si alguien quería el placard, por suerte alguien lo quiso y debió pagar 100 dólares a la empresa para que se lo llevara ya que aún estaba en ese pequeño camión desde la mañana. 

Al otro día, en Montevideo, a la empresa de mudanza se le reclamó la devolución de los 500 dólares, pago por adelantado y que él había prometido devolver si el negocio no salía. El empresario, dijo que no devolvería nada ya que se le hizo un daño moral incluso se le debería pagar más por gastos extras generados. Que no se ensuciaría por esos mugrosos 500 dólares. Al ver que todo se perdía le propuse me devuelva solo la mitad, cosa que le agradó. Pero aquí comienza otra etapa, la devolución sería cuando él quiera, previa firma de documento de su abogado. Recién cuando viera en su contabilidad que el pago lo había recibido...  

Al ver que no tenía ganas de devolver nada y su cometido era el desgaste de la cliente, resuelve ir a la Policía Investigaciones especiales y hacer una denuncia por apropiación ilícita y estafa. Ahora queda esperar que hará la Policía y veremos si la cliente recupera su dinero.

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