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El Maestro Tabárez

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Un ejemplo a seguir

Este sencillo maestro de escuela se apellida Tabárez y es el director técnico del seleccionado uruguayo.

Sin alardes de soberbia pretenciosa, ni ataques de histeria, se hace respetar y querer sin alzar la voz.

Si quisiera, le sobrarían motivos para ser un viejo amargado y dar lástima quedándose de brazos cruzados lamentando su suerte.

Sin embargo, cuál un Stephen Hawking del balón, en vez de condolerse de sí mismo, emplea toda su sapiencia para inflamar de entusiasmo a sus dirigidos.

Es el primero en darles el ejemplo de entrega a su vocación.
Él conduce la nave. Él pone el cerebro y el alma en el timón.
Sus alumnos ponen el físico, el corazón motivado y la vergüenza deportiva.
Como el buen maestro que fue toda su vida, sabe que el cuerpo solo limita a quienes no quieren soñar.

Vaya para él mi humilde reconocimiento y homenaje, al nombrarlo El Stephen Hawking del Balón. (O de la Globa , como le decimos en Uruguay a la pelota).

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