@|Oportunamente, la izquierda casi en forma monolítica se opuso a la propuesta de bajar la edad para atender el creciente aumento de la delincuencia.
Los argumentos utilizados fueron de todo tipo y calibre y finalmente lograron su éxito.
Resulta que ahora, todo aquello que se esgrimió para defender la inocencia e incapacidad de resolución para enfrentar acusaciones al realizar actos delictivos, es tirado por la borda cuando se quiere autorizarlos a discernir por sí y ante sí, al pretender cambiar su sexo, incluyendo en ello el tratamiento hormonal y hasta la cirugía.
Estos extremos son irreversibles, por lo que realizados a muy temprana edad pueden llegar a ser causantes de estados depresivos crónicos, cuando avanzada la edad, se tome real consciencia de lo realizado y se comprenda - ahora sí - el error incurrido oportunamente.
¿Es que lo que se busca es la destrucción del hombre por el hombre (también la mujer - para que no queden dudas)?
En vez de fomentar la superación del ser humano, buscamos la forma de destruirlo.
Cada vez veo más claro que hay quienes - negándolo enfáticamente - igualmente siguen los caminos del lavado de cerebro que fuera impuesto por el nefasto régimen nazi.