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Se le fue la moto

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@|La actitud del Presidente Vázquez, el pasado lunes frente al MGAP, fue lamentable.

Ahí demostró su actitud autoritaria, soberbia e intolerante. Está acostumbrado a que nadie le discuta sus ideas, incluso por parte de sus súbditos dentro del gobierno. Actuó como si estuviera en el campito del barrio en actitud bravucona y provocadora sabiendo que está protegido por un montón de guardaespaldas.

Se ofendió porque un colono le dijo que era mentiroso.

Para rebatir ese adjetivo deberá explicar porqué en la campaña electoral prometió que no se aumentarían los impuestos y luego aumentó el IRPF para tapar los desastres hechos por el incapaz de Mujica.

Se dice el defensor de los derechos humanos, pero no explica cómo hizo para que durante el gobierno de facto estuviera catalogado como ciudadano categoría A y no tuviera ningún problema para trabajar en institutos del gobierno intervenidos por los militares. Tampoco explica como obtuvo por parte de la dictadura exoneraciones para importar equipos oncológicos, para mejor su ingreso económico. Otro detalle interesante de sus “tantas” es que en su curriculum que figura en el portal de presidencia, durante el año 1973 y el 1987 no figura ninguna actividad suya. Qué casualidad que fue el período en el cual él trabajó para la dictadura. El gobierno debe acostumbrarse a que ya no son más intocables y pueden hacer lo que se les plazca. El mundo ha cambiado y entre las nuevas tecnologías y las redes sociales, los ciudadanos están informados y con elementos para discutir sus ideas. Deben saber que están al servicio del país y no para sacar provecho propio. Lo que ellos le criticaron a los partidos de oposición, ellos lo han hecho mucho peor. Sus ideas progresistas son para conseguir poder, acomodar amigos en cargos inventados y llenarse los bolsillos, para vivir igual a quienes ellos critican.

Escuchamos en estos días a muchos integrantes del oficialismo salir en su defensa, pero no recuerdo que ninguno de ellos, cuando estaba en la oposición, dijera nada cuando el Dr. Batlle era insultado en la calle, como consecuencia de la crisis. Esos sí eran insultos de elevado tono y sin embargo él nunca respondió a eso.

Otra que parece estar desmemoriada es la vicepresidenta Topolansky cuando dice que se está atacando la investidura presidencial. Parece no recordar lo que ella y otros delincuentes fracasados hicieron en la década del 60 y 70 cuando atentaron mediante las armas contra la investidura presidencial del gobierno de turno. Eso sí que fue un grave atentado y no para reclamar soluciones para poder trabajar como ahora, sino para imponer sus ideas totalitarias.

Deberían recordar la frase de un importante estadista como fue Abraham Lincoln que dijo: “se puede mentir a pocos todo el tiempo y a todos durante algún período, pero es imposible engañar a todos todo el tiempo”.

Para completar el panorama y como revancha contra quien le dijo mentiroso, la Presidencia de la República publicó en forma oficial detalles personales y particulares de esta persona, hecho que para algunos abogados es ilegal. Esto puede dar lugar a que dicha persona presente una demanda contra el estado. Esto me recuerda una actitud similar tomada por la corrupta de Cristina Kirchner, que en determinado momento invitó al tenista Del Potro a la Casa Rosada y como éste no fue, le envió en represalia a la AFIP, para que lo investigaran si estaba pagando sus impuestos. Eso sí, no le mandaba la AFIP ni a Cristóbal López ni a Lázaro Báez, sus cómplices para lavar las coimas.

La ciudadanía en Uruguay se está dando cuenta del error que cometieron al votarlos, sólo han generado más miseria para tener votos cautivos.
Volver a la senda del progreso no va a ser fácil, pues el agujero económico que queda es enorme.

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