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Lamentables declaraciones

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@|Las lamentables declaraciones del Dr. Trotchansky, ex presidente del Sindicato Médico, y – por cierto- la muy poco feliz respuesta que tuvo por parte de un senador de la República, han introducido el concepto de “muerte evitable” en la opinión pública.

Pero este concepto es extremadamente vago y por lo tanto es conveniente analizarlo un poco: ¿qué son las “muertes evitables” como aquellas a las que Trotchansky alude? Sin duda son las muertes que suceden por no haber hecho algo que hubiera podido evitarlas.

Ahora bien, todos los años mueren en accidentes de tránsito decenas o centenares de uruguayos. Según este criterio, serían “muertes evitables”: bastaría con haber puesto más semáforos en todos los cruces, haber rebajado la velocidad en carretera a 20 K/h máximo, hacer en cada cruce de las rutas nacionales viaductos que impidan el cruce a un mismo nivel, o , mejor aún, prohibir lisa y llanamente el uso de vehículos automotores de cualquier tipo en el territorio nacional. Sin duda estas medidas evitarían un altísimo porcentaje de esas muertes. Sorprende que Trotchansky nunca haya hecho alguna denuncia al respecto.

También mueren en Uruguay cientos de personas por años por problemas de salud vinculados al consumo de grasas, altos niveles de colesterol, etc. Son muertes evitables, sin duda, ya que bastaría con prohibir el consumo de asados con alto nivel de grasa, (¿ recuerdan el “asado del Pepe”?) , o mejor aún erradicar de las parrilladas de los uruguayos los chinchulines, la tripa gorda y las achuras en general. No hacerlo provoca muertes evitables.
Se podría abundar en el tema: ¿cuántas muertes evitables hay por actos delictivos? Muchas, cada año mueren asesinadas muchas personas. Son evitables, sin duda: un masivo refuerzo de la policía, un armamento de altísimo poder de fuego, redadas permanentes, controles viales de identidad en puestos por todas las rutas y barrios, y otras, podrían evitar y reducir significativamente las muertes por actos delictivos.

Es claro que desde abril a la fecha, Uruguay está pasando por una terrible etapa de la pandemia de la Covid-19. Según la WHO, en muertes por cada 100.000 habitantes, en las últimas semanas, estamos como el segundo o primer país con el ratio más alto del mundo en ese sentido. Estamos mal ahora, pero por mucho tiempo estuvimos como uno de los mejores del mundo.

De hecho, de los 15 meses de pandemia, estuvimos muy bien en por lo menos 12 de ellos. No descarto que el gobierno actual pueda hacer algo más para volver a encarrillar el tema. Pero de allí a denunciarlo en foros internacionales, echarle en cara las muertes evitables que Trotchansky menciona, hay un gran paso: evitar las muertes, por diversos motivos a veces es posible, pero el precio a pagar es también terrible. Siempre hay que optar, y cuando una de las cosas por optar es la vida de la gente, nunca es fácil decidir. Pero nadie propone (ni yo tampoco) prohibir los automóviles para evitar muertes en el tránsito, ni armar la policía hasta los dientes en un Estado al estilo norcoreano, para evitar muertes por actos delictivos, ni por supuesto, prohibir las parrilladas para mantener sanos a los uruguayos y evitar que mueran por culpa del colesterol malo.

Así que el Dr. Trotchansky haría bien en ser muy específico en mencionar cómo se habrían evitado algunas de las muertes por la Covid-19, en estimar cuántas se habrían evitado y en justificar y calcular los efectos colaterales de esas medidas. Denunciar al gobierno en foros internacionales parece un despropósito propio de alguien que está encerrado en una nube ideológica que le impide ver con claridad de lo que está hablando.

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