@|Lamentable y penosa la actitud de la central comunista Pit-Cnt, franquicia sindical del Frente Amplio, tratando de soliviantar a la población contra el gobierno, en medio de una desgracia que va sembrando de muertes los cementerios de todo el mundo, sin excepción alguna.

Actitud innoble y pérfida de quienes demuestran a qué grado de miseria puede llegar el alma humana cuando antepone los fanatismos políticos a la inevitable solidaridad entre los hombres, allí donde el dolor y el miedo colectivos reclaman gestos de consuelo y esperanza.

Justamente cuando desde el Casmu se alertaba que la donación de sangre había caído en un 50%, dificultando con ello las cirugías que salvan vidas, los Sres. Pereira y Abdala se dedican a hostigar al gobierno sin razón válida a la vista.

Y uno reflexiona con un mínimo de sensatez: ¡cuánto mejor sería ver a ambos con las camisas remangadas donando sangre para el prójimo, con cámaras de tv tomando la imagen, para ejemplo de todo el mundo!
Pero no, hay que aplicar el viejo recetario del imperialismo comunista del 50: valerse de todos los instrumentos que da la democracia para crear tensiones y medrar con el caos.

Y para colmar la medida, reapareció el Dr. Tabaré Vázquez en una intervención telefónica, sin exponerse físicamente, tal como es su costumbre, para echar leña a la hoguera que armaron de consuno el Pit.Cnt y el Sindicato Médico.

Y lo hizo pidiendo la cuarentena general, con el argumento simplón de que la salud es lo primero y todo lo demás, justo cuando una palabra de solidaridad con lo hecho por el gobierno o su silencio, por lo menos, hubiera sido propio de su condición de expresidente.

Quizá al Dr. Vázquez le escuece en su amor propio ver un Presidente joven bien plantado, firme en sus convicciones, asumiendo todas las responsabilidades sin diluirlas en un consejo de ministros, dando la cara a diario y aceptando todo tipo de preguntas, prácticas democráticas que él rehuyó durante sus dos gobiernos.