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Jueves sangriento

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@| “No puedo creer en las noticias de hoy" es el primer verso que da comienzo a la letra de la canción de U2 "Sunday bloody sunday" (1983). Ese domingo sangriento de 1972 es la canción, protesta y denuncia, que recuerda la muerte de catorce manifestantes en Irlanda del Norte.

Nunca imaginé que 38 años después yo me despertaría con la sensación de incredulidad por la muerte de veintiocho personas en un operativo policial.
El 6 de mayo del corriente año, el CORE (cuerpo policial especial) se adentró en la favela de "Jacareziño" (ciudad de Río de Janeiro) para arrestar a tres personas implicadas en el tráfico de drogas.

El resultado de la redada fue de veintiocho jóvenes, entre veintiuno y veintinueve años, y un agente de la policía, muertos por armas de fusiles de alto calibre.

Especialistas del tema de seguridad pública (sociólogos, politólogos y abogados) en Brasil, afirman que en esa operación hay marcas de venganza, racismo y excesiva letalidad en la acción policial. Además, se cree que hay inocentes entre los muertos.

La opinión ciudadana nuevamente se expresa en forma polarizada: para unos es una masacre, mientras que para otros debe reprimirse contundentemente.

Yo pienso que falta justicia, o sea, la estructura judicial del Estado, que organiza a través de sus "brazos técnicos", establece quiénes son culpables o inocentes de forma racional, y demuestra transparencia pública.

En este momento estamos regidos por una justicia irracional, guiada por el odio y la venganza.

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