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@| Atendiendo a expresiones conexas al accionar político, que, con sus diversos colores y tambaleos ideológicos están afanados en halagar al público. El meollo de los discursos, son vecinos, encaminados al “vamos” a estar mejor en nuestro baluarte.

La reflexión va dirigida a la urgencia de reformas (seguridad, enseñanza, salud, trabajo y más) radicales para el momento, quienes son rechazadas de plano, sin mediar razón.

Para mí lego en política, es puro engaño, donde participan dos supuestas corrientes, una renguea con la “diestra” y la otra con la “siniestra”, aunque, parecidas y entablilladas.

Eso sí, salir de dichos senderos que se separan y se tocan, cuidado, parece imposible y ni hablar de ello. Tienen gastado el disco y deseosos de continuar dueños del hemiciclo sin dar oportunidad a otras voces y menos, unirse para el progreso. Sólo el interés personal o grupal, sin pensar en quienes les subieron al pedestal, encumbrados a una posición económica… para eternizarse ¡Pobre Juancito Pueblo!

Estos personajes necesitan del calor de los reflectores para ser noticia, de no ser así, pasan percibidos porque no tienen ni han dado nada, solo palabras, castillos en el aire. Siempre con el qué se hizo y qué se dejó de hacer otrora; donde afloran el por qué no se hizo: por los compromisos, el momento político, etc. Simulando ser los buenos de la película… Y quien perdió, fue la Nación; sin responsabilidad a la vista de los desatinos y tristes resultados porque el circo los defiende.

Siendo una especie en extinción quienes responden con el electorado y la Nación.

Ahora, mirando al futuro, al escarbarlos, notamos como discursean, afirmando que “el otro” no tiene proyectos… El problema es el hoy, los proyectos elementales, el ABC, son los mismos al haber tocado fondo, graciosamente expresan que harán temblar las raíces, pero, de rabia. Solo versos edulcorando el intento de perpetuar mentiras y poder.

Hoy son indispensables personas centradas en el “bien nacional” que no mientan con recuerdos y promesas que saben no cumplirán. Problema: quien ose participar es considerado outsider si intenta invadir el circo porque no tiene las “credenciales”. Me pregunto ¿cuáles? ¿La de uno con apenas dominio de la palabra y rostro de piedra? Un iletrado, o, no apegado al trabajo, sin otro hecho que ser amigo de… ¿No sirve quien triunfa en su vida personal, empresarial, social? ¿Sólo quién se sube a la palestra del sector? O, ¿sólo está capacitado quien conoce los vericuetos del Palacio para el engaño? En suma, el país necesita de cambios radicales, con el ABC en la mano y deseos de hacer. Gente de trabajo, unirse para salvar la Nación.

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