@| Leo y escucho, no sin asombro, que el MIDES (Ministerio de Desarrollo Social) a cargo de Marina Arismendi, tiene 55 Direcciones (sí, cincuenta y cinco), cuyos directores o directoras (en su gran mayoría mujeres) perciben remuneraciones que van de 100 a 200 mil pesos mensuales (calcule el lector la suma anual).

A esta impresionante cantidad de dinero, sólo por remuneraciones, hay que agregarle la miríade de secretarios, funcionarios y otros gastos para que estas direcciones puedan funcionar, siempre que hagan algo.

Ahora bien, el Presidente de la República, del cual dependen los Ministerios está al tanto de esta situación y la consciente, o bien se la han pasado inadvertidas los organismos que manejan estos excesos (F.A., PIT-CNT, Ministerio de Economía, Oficina de Planeamiento, etc.).

Debemos pensar que inadmisibles situaciones de este género, que presumiblemente se repitan en otros órganos públicos, son las que absolutamente deben ser rectificadas por los dirigentes de un próximo nuevo gobierno (distinto color) y llamar a responsabilidades a quienes hayan provocado tamaños despropósitos como el mencionado a vía de ejemplo. Lo del título.